¿Quien o qué es Azazel? | Preguntas y respuestas con Feliberto Vasquez Rodríguez
Este es uno de los
enigmas del Antiguo Testamento que nunca ha sido esclarecido, lo primero es que
la palabra en hebreo para Azazel, זלֵזאָעֲ, es de significado desconocido, así
como lo que representaba. Otros estudiosos, principalmente judíos, creían que זלֵזאָעֲ
significa «una soledad remota», una localidad en el desierto. Sin embargo, las
palabras del texto bíblico: «una suerte por Yahvé y una por Azazel» (Lv.
16:8-9), requieren incondicionalmente que Azazel sea considerado como un ser
personal, en oposición a Yahvé.
Por lo que queda la
cuestión, ¿quién o qué es Azazel? Existen tres interpretaciones sobre su
identidad:
Primero, algunos
sostienen que Azazel es el nombre del macho cabrío que llevaba sobre sí los
pecados, esto es, “el chivo expiatorio”. Azazel sería, entonces, un
término hebreo compuesto que significaría “el macho cabrío que sale”.
Esta postura se remonta a las primeras versiones del AT en otras lenguas. Así,
la Septuaginta traduce Azazel como “el que se lleva” (apopompaios,
Lv 16:8, 10a) y “el que es apartado para soltar” (ho diestalmenos eis
aphesin, Lv 16:26), mientras que la Vulgata utiliza el término “chivo
expiatorio” (caper emissarius). El principal obstáculo para este
punto de vista es que se establece un paralelismo entre las normas “para
Azazel” y “para Yahvé” (Lv 16:8), lo que sugiere que de alguna
manera significativa Azazel ocupa una posición similar a la de Yahvé, y que no
se trata, por tanto, de un término para referirse al macho cabrío que se suelta.
En segundo lugar, algunos
proponen que Azazel es el nombre de un lugar remoto y amenazador del desierto a
donde se dirigía el macho cabrío que cargaba con los pecados. Afirmaciones
contenidas en el Targum y el Talmud apoyan esta postura (Tg.Ps.Jon; b. Yoma
67b). Sin embargo, asignarle un nombre al lugar al que acudía el macho cabrío
hubiera tenido poco valor, ya que a través de los siglos Israel observó este
día en diferentes lugares. Otro argumento de más peso en contra de esta postura
es el hecho de que el lugar al que se dirigía el macho cabrío se denomina “tierra
solitaria” (LBLA) en Levítico 16:22. Referirse a ese lugar con este término
tan extraño hubiera sido superfluo si la propia palabra Azazel significara un
lugar desolado en el desierto.
Un tercer punto de vista
interpreta Azazel como el nombre de un demonio que vivía en el inhóspito
desierto. Estas regiones remotas del desierto estaban ocupadas por animales
salvajes que soltaban espeluznantes aullidos y alaridos, cosa que los antiguos
interpretaban como un símbolo de la muerte y la destrucción (Is 34:11–15). Se
creía que los sátiros y los demonios con forma de cabra vivían en estos lugares
remotos y sin agua. De hecho, la palabra hebrea para sátiro (śā‘îr) significa
literalmente “el peludo”, y también se utiliza el mismo término para
referirse a los machos cabríos. En algunos lugares significa “ídolos con
forma de macho cabrío” o “demonios con forma de macho cabrío” (Lv
17:7; 2 Cr 11:15; Is 13:21; 34:14). Así pues, este macho cabrío que cargaba con
los pecados era conducido a un demonio semejante a un macho cabrío llamado
Azazel.
Los que sostienen esta
opinión como Orígenes y otros, siguiendo esta tradición rabínica (Contra Celso
VI, 43; cf. Ireneo, Adv. Haer. I,15,6), también consideran a Azazel como la
versión hebrea del Set-Tifón egipcio, «el saqueador y destructor», cuyo
furor reclamaba víctimas.
En el libro apócrifo de
Enoc, Azazel es el nombre dado el ángel caído, espíritu maligno (Enoc 8:1;
10:12; 13:1s). En el texto griego de este mismo libro, Ἀζαλζ y Ἀζα es
representado como el terrible demonio Shibe, a quien tanto temían los árabes de
la península de Sinaí. El nombre de Azazel se encuentra también en el apócrifo
Apocalipsis de Abraham, en donde toma la forma de un ángel caído. Entre los
gnósticos significaba Satán Para posteriores autores cristianos, Azazel no es
otro que el mismo diablo, la cabeza de los ángeles caídos, que después fue
llamado Satanás, «porque ningún espíritu subordinado podría haber sido
puesto en antítesis con Yahvé como Azazel es puesto aquí, sino sólo el
gobernador o la cabeza del reino de los demonios» (C.F. Keil, también E.W.
Hengstenberg).
Un argumento importante
en contra de identificar a Azazel con un demonio es que Dios no toleraría que
se ofreciera ningún sacrificio a un demonio. En respuesta, hay cuatro hechos
sólidos que prueban que este macho cabrío no era un sacrificio:
(1) no se le mataba
ritualmente;
(2) no se manipulaba su
sangre en el altar;
(3) puesto que los
pecados del pueblo lo convertían en impuro, no podía presentarse como una
ofrenda a Yahvé; y
(4) era Yahvé, no la
congregación, quien determinaba qué macho cabrío adoptaba este papel.
Por tanto, no hay
indicaciones de ningún tipo que lleven a concluir que este macho cabrío era un
sacrificio. Además, tampoco hay indicio alguno de que Azazel deseara recibir
este macho cabrío. Así que la identificación de Azazel como demonio (principal)
no detrae en modo alguno de la completa soberanía de Yahvé en todos los
rituales llevados a cabo en el Día de la Expiación. Sin embargo, esta
identificación reconoce que un pecado, siendo más que un mero acto, participa
de las fuerzas del mal presentes en este mundo.
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