Teologia del Nuevo Testamento | Teologia Biblica con Feliberto Vasquez Rodriguez

 

INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA DEL NUEVO TESTAMENTO

Al igual que en la teología del Antiguo Testamento, hay poco consenso en cuanto al enfoque de la teología del Nuevo Testamento, como se ve particularmente en la historia de esta disciplina. Quienes rechazan la inspiración de las Escrituras ven el Nuevo Testamento como otro conjunto literario y se acercan al estudio del Nuevo Testamento desde un punto de vista crítico. Desde esa posición, hay una gran diversidad de opiniones: algunos ven el Nuevo Testamento como un conflicto entre sus escritores, como la historia de la salvación, como la síntesis de otras religiones antiguas, como un encuentro existencial o como el embellecimiento de la vida de Cristo hecha por los autores de sus libros. Los conservadores, quienes afirman la inspiración de las Escrituras, ordenan en general el material de acuerdo a las divisiones de la teología sistemática para abordar el estudio de la teología del Nuevo Testamento; otros siguen los énfasis teológicos de los escritores neotestamentarios.

HISTORIA

La teología del Nuevo Testamento es un desarrollo reciente de los dos últimos siglos. Antes, la teología se interesaba por la dogmática, las formulaciones doctrinales de la Iglesia, y la sistemática, que en muchas ocasiones era especulación filosófica. En un discurso de 1787, J. Gabler criticó la metodología de la teología dogmática por su enfoque filosófico. Luego hubo un enfoque racionalista para entender el Nuevo Testamento. La Biblia se veía como un libro humano para entender cómo fue escrita y qué enfatizaron sus escritores individuales.

F. C. Baur de Tubinga (1792-1860) fue líder del enfoque racionalista. Empleó la filosofía de Hegel (tesis, antítesis y síntesis) en los escritos neotestamentarios. Así, Baur vio contradicción entre el énfasis judío en los escritos de Pedro y el énfasis gentil en los escritos de Pablo. H. J. Holtzmann (1832-1910) llevó más allá este pensamiento cuando negó cualquier idea de revelación divina y abrazó la teoría de teologías en conflicto en el Nuevo Testamento.

Wilhelm Wrede (1859-1906) influenció considerablemente la teología del Nuevo Testamento al enfatizar el enfoque de la historia de las religiones. Wrede negó que el Nuevo Testamento fuera un documento de teología; en su lugar, debía verse como historia de la religión en el siglo I. De hecho, no podía considerarse que “teología” fuese el término apropiado; “religión” era mejor término para identificar los escritos neotestamentarios, porque expresaba las “creencias, anhelos y amor” de los escritores, pero no era un “registro abstracto de reflexiones teológicas”.[1]

Rudolf Bultmann (1884-1976) enfatizó el enfoque de la Crítica de las formas. Rudolf Bultmann fue uno de Crítica de las formas. Rudolf Bultmann fue uno de para el Nuevo Testamento; con ello buscaba descubrir su material subyacente.[2] Bultmann enseñaba que el Nuevo Testamento se había cubierto con las opiniones y re-interpretaciones de los autores. Ahora la tarea requería la “desmitificación” del Nuevo Testamento para quitar los adornos de los escritores y llegar a las verdaderas palabras de Jesús. Bultmann no vio conexión entre el Jesús histórico y el Cristo representado en el Nuevo Testamento.[3]

Oscar Cullmann (1902-1999) enfatiza los hechos de Dios en la historia para lograr la salvación del hombre. A ello se le llamó Heilsgeschichte o “historia de la salvación”. Cullmann rechazó muchas características radicales de la crítica de las formas y, en su lugar, abogó por la exégesis (explicación e interpretación) del Nuevo Testamento con énfasis en la historia. Como otros que pensaban como él, Cullmann enfatizó la cristología del Nuevo Testamento.[4]

No ha habido consenso o unanimidad en qué enfoque se debe adoptar para el estudio de la teología del Nuevo Testamento. El enfoque mayoritario se construiría sobre la presuposición que niega la inspiración bíblica y, por ende, ve el Nuevo Testamento como un conjunto de teologías en conflicto. Sin embargo, los escritores conservadores han desafiado tal posición y han construido una teología del Nuevo Testamento con base en la inspiración y la unidad de las Escrituras.

METODOLOGÍA

Puesto que todos los libros del Nuevo Testamento fueron escritos en un intervalo de cincuenta años, la teología del Nuevo Testamento no se preocupa de los períodos de la revelación, como sí lo hace la teología del Antiguo Testamento. Más bien, “la teología bíblica del Nuevo Testamento sistematiza la verdad como les fue revelada progresivamente a los distintos escritores neotestamentarios”.[5] De este modo, la teología del Nuevo Testamento examina la teología de los sinópticos, Lucas, Hechos, Pablo, Pedro, Juan, Hebreos y los escritores de las epístolas generales.

Al establecer una teología del Nuevo Testamento, algunos siguen el delineamiento general de la teología sistemática; no obstante, tal metodología no revelaría con suficiencia los énfasis de los escritores individuales. Parece mejor fundamentar la teología del Nuevo Testamento en el análisis de los escritos de los autores neotestamentarios por separado, pues con ello se reflejará qué dice cada autor sobre un asunto determinado.[6]

Se deben considerar varios factores para desarrollar la metodología.[7] (1) La revelación es progresiva y culmina en la revelación concerniente a Cristo. La teología del Nuevo Testamento debe delinear las doctrinas culminantes que conciernen a Cristo y la redención. (2) El énfasis del Nuevo Testamento tiene su punto culminante en la creencia de la muerte y resurrección de Cristo y en la esperanza de su retorno. La teología del Nuevo Testamento debe centrarse en estas doctrinas basándose en las diversas declaraciones de los escritores neotestamentarios. (3) La teología del Nuevo Testamento debe reconocer que las enseñanzas de Jesús y las de los otros escritores neotestamentarios están en unidad y se complementan. (4) La diversidad en los escritos del Nuevo Testamento no sugiere contradicción, sino que surge de su origen divino. (5) La teología del Nuevo Testamento debe emplear el método analítico (pero no hasta el punto de excluir el método temático), porque tal método refleja adecuadamente su diversidad.


[1] R. B. Gaffin Jr., “New Testament Theology”, en New Dictionary of Theology [Nuevo diccionario de teología], Sinclair B. Ferguson, David F. Wright y J. I. Packer, eds. (Downers Grove: InterVarsity, 1988), p. 462. Publicado en español por Casa Bautista de Publicaciones.

[2] Véase Stephen H. Travis, “Form Criticism” en I. Howard Marshall, ed., New Testament Interpretation: Essays on Principles and Methods (Grand Rapids: Eerdmans, 1977), pp. 153-164.

[3] Donald Guthrie, New Testament Theology (Downers Grove, InterVarsity, 1981), p. 25.

[4] Compárese Oscar Cullmann, Cristología del Nuevo Testamento, ed. rev. (Salamanca: Sígueme, 1998).

[5] Charles C. Ryrie, Biblical Theology of the New Testament [Teología bíblica del Nuevo Testamento] (Chicago: Moody, 1959), p. 19. Publicado en español por Portavoz.

[6] Ryrie, Biblical Theology of the New Testament [Teología bíblica del Nuevo Testamento], pp. 19-20.

[7] Compárese Gaffin, “New Testament Theology”, pp. 463-465.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

IDIOMA DEL PENTATEUCO | Crítica del Pentateuco con Feliberto Vasquez

Teologia de la apertura de Dios I Teologia propia con Feliberto Vasquez Rodriguez