Bibliología -08- Crítica textual del Antiguo Testamento

 

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Crítica textual del Antiguo Testamento

La Crítica textual del Antiguo Testamento trabaja con los manuscritos para identificar los errores de los copistas y determinar lo que realmente escribieron los profetas. Dicha disciplina fue dominada durante siglos por el texto masorético (T.M.). Este texto fue el fruto del trabajo de un grupo de estudiosos judíos conocidos como los masoretas, que trabajaron desde 600 d.C hasta el 1000 d.C. El texto masorético está reflejado en los manuscritos Códice de Alepo (Alrededor de 925 d.C) y códice de Leningrado (1008/9 d.C).

De estos manuscritos, sólo el Códice de Leningrado preserva la Biblia hebrea completa. Por muchos años, estos manuscritos -junto al fragmento de un texto de alrededor del 150 a.C. llamado Papiro de Nash, que contiene una versión de los Diez mandamientos y el comienzo de la Shemá (Deuteronomio 6:4-5)- eran las copias manuscritas más antiguas de la Biblia hebrea que se conocían.

A pesar de las dificultades de copiar textos mano, los masoretas hicieron un trabajo notablemente minucioso y preciso. Adoptaron una actitud muy seria para asegurarse de que el texto de la Biblia Hebrea fuera preservado con precisión. Debido a su preocupación por garantizar la transmisión fidedigna del texto bíblico, los masoretas contaban las letras de los libros del Antiguo Testamento y también anotaban la palabra que estaba en la mitad del libro. Estas y otras medidas buscaban prevenir errores de los copistas al darles un estándar por el cual revisar su trabajo. Como resultado, los diferentes manuscritos que exhiben el texto masorético demuestran una unanimidad asombrosa. No obstante, por muchos años fue imposible que los estudiosos supieran qué tan fiel al original era el texto masorético, ya que no había copias de manuscritos más antiguos, de un período más cercano a la composición misma del Antiguo Testamento, con las cuales se pudiera comparar el texto masorético.

Todo eso cambió en 1947. En ese año, los arqueólogos y estudiosos bíblicos descubrieron, para su sorpresa, una colección de restos parcialmente descompuestos de antiguos rollos hebreos en unas cuevas cercana a Qumrán, en las cercanías de la costa noroccidental del Mar Muerto. Entre los primeros rollos descubiertos en Qumrán había una copia completa y otra parcial del texto hebreo de Isaías. Debido al estilo de escritura usado en estas copias, los estudiosos rápidamente notaron que eran varios siglos más antigua que los manuscritos medievales del texto masorético. Con el tiempo, más de doscientos rollos bíblicos, muchos de ellos en estado muy fragmentario, fueron recuperados de las cuevas de Qumrán.

También conocida como los Rollos del Mar Muerto, la biblioteca descubierta en Qumrán es una fuente única de material nuevo que proveyó un tesoro de manuscritos bíblicos hebreos copiados entre los años 250 a.C y 70 d.C. Ahora tenemos copias de textos bíblicos hebreo que son por lo menos mil años más antiguas que las que teníamos antes de este descubrimiento, lo que pone a nuestra disposición manuscritos hebreos que fueron copiados durante un período mucho más cercano a la época en que se escribió el texto bíblico realmente. Los rollos del mar muerto han contribuido significativamente a nuestro conocimiento del texto original del Antiguo Testamento, aunque la opinión de los estudiosos sigue estando un tanto dividida en cuanto a cómo debe interpretarse toda esta nueva evidencia.

Los rollos del Qumrán testifican el hecho de que el texto de la Biblia hebrea preservado en los códices medievales del texto masorético se asemeja mucho a los manuscritos que estaban en circulación mil años antes. Eso particularmente evidente cuando se compara el texto de Isaías en el texto masorético con los dos manuscritos principales de Isaías hallados en Qumrán. Después de años de cuidadosa investigación, la mayoría de los estudiosos están convencidos de que apenas es necesario realizar alrededor de una docena de cambios menores para eliminar los errores de los copistas de los textos masorético de Isaías. Casi todos estos cambios tienen que ver con la modificación de una o dos letras hebreas. Ninguno de estos cambios afecta nuestra interpretación doctrinal, sino que constituye alteraciones relativamente insignificantes.

Esto explica la razón por la que las traducciones de la Biblia realizadas después de 1947 a veces difieren de la versión Reina-Valera 1909. Las traducciones modernas toman en consideración la nueva evidencia otorgada por los manuscritos bíblicos de Qumrán, evidencia que no estaba a disposición de los traductores de la versión Reina-Valera.

¿Tiene errores textuales nuestro Antiguo Testamento?

Aunque los masoretas hicieron una labor encomiable para preservar de la forma más fiel posible las Escrituras del Antiguo Testamento, debemos de reconocer que ni ellos con toda la meticulosidad pudieron escapar de errores por parte de los copistas, errores que son fácilmente identificables cuando leemos los eventos que 1, 2 Crónicas narra y que aparecen en 1,2 Samuel y 1,2 Reyes, como también ciertas listas genealógicas de Esdras que discrepan de Nehemías. Estas discrepancias se encuentran más que nada en los números, las cantidades de años, soldados, personas y algunas veces, nombres.

Esto trae al lector la pregunta de, ¿cómo sabemos cuál de los dos relatos dice la verdad cuando tratan un tema en común? La tarea no es nada fácil, pero muchos de ellos se identifican por las evidencias que arrojan los mismos libros en otros capítulos, como también que tan parecidos y propensos a equivocaciones son los (ejemplos) números en hebreo. En resumen, estos son los tres puntos a destacar para tomar la decisión de uno sobre el otro:

1-    El relato más corto

2-    La edad más creíble para el evento en cuestión

3-    El parentesco escritural y la menor cantidad en los números

Con esto en mente, vayamos analizar algunas de las discrepancias que existen en nuestro texto hebreo en la actualidad.                                                                                                              

Discrepancias textuales

¿Quién incitó a David a contar los hombres aptos para la guerra de
Israel?


* Dios lo hizo (2 Samuel 24:1)
* Satanás lo hizo (1 Crónicas 21:1)

Respuesta

Esta aparente discrepancia queda resuelta comprendiendo que Dios emplea de forma soberana y permisiva a Satanás para cumplir sus propósitos. Dios usa a Satanás para juzgar a los pecadores (cp. Marcos 4:15; 2 Corintios 4:4), para afinar a los santos (cp. Job 1:8-22; Job 2:1-10; Lucas 22:31-32), para disciplinar a los miembros de la iglesia (cp. 1 Corintios 5:1-5; 1 Timoteo 1:20) y para purificar más a los creyentes obedientes (cp. 2 Corintios 12:7-10). Ni Dios ni Satanás forzaron a David a pecar (cp. Santiago 1:13-15), pero Dios permitió que Satanás tentara a David y él escogió pecar. El pecado emergió de su corazón orgulloso, y Dios le pasó cuentas por el mismo.

El censo de David causó una tragedia porque, a diferencia del censo en tiempos de Moisés (Números 1:1-54; Números 2:1-34) que Dios había mandado, este censo por parte de David fue llevado a cabo para gratificar su soberbia en la gran fuerza de su ejército y en su consiguiente poder militar. También estaba poniendo más confianza en sus fuerzas que en su Dios. Estaba aceptando el mérito por sus victorias al constituir este gran ejército. Esto suscitó la ira de Dios, que movió a Satanás para que llevara el pecado a un punto crítico.

Respuesta 2

Otra respuesta ante esta aparente discrepancia se resuelve desde el punto de vista de cada autor, la información recibida en los diferentes tiempos en que escribieron. Por un lado 2 Samuel se escribió entre el 931-722 a.C una fecha muy cercana a la vida de David o quizás contemporánea según algunas fechas y estimaciones. Esto haría que el escritor de 2 Samuel escribiera la información quizás como el mismo David la transmitió, es decir, David al ser incitado a hacer el censo pensaba que este iba acorde con la voluntad de Dios, y David lo transmitió al pueblo como tal, aunque estaba engañado, y el autor de 2 Samuel redactó las palabras de David, tal y como David la transmitió como si hubiese sido Dios que lo guiara a hacer el censo.  

En el caso de 1 Crónicas, este fue escrito entre 450-430 a.C, varios siglos después del acontecimiento, por lo que este autor escribe en retrospectiva, es decir, escribe ya con la información del censo y el castigo por hacerlo, por lo que viendo como la ira de Dios se encendió contra David por haber censado, dedujo lógicamente que Dios no lo habría mandado, pues no lo castigaría por hacer exactamente lo mismo que Él le ordenó.   

¿En aquel censo, cuántos hombres aptos fueron encontrados?

* Ochocientos mil (2 Samuel 24:9)
* Un millón cien mil (1 Crónicas 21:5)

Respuestas 1

Se puede encontrar una solución considerando que la cifra de 1 Crónicas incluye a todos los hombres disponibles de edad militar, sea que tuvieran experiencia militar o no. En cambio, la cifra de 2 Samuel podría ser de 800.000 soldados probados en batalla, y los adicionales 300.000 en edad de servicio militar pero que nunca habían luchado, o podría tratarse de los 288.000 en el ejército establecido (1Crónicas 27:1-15), redondeando a 300.000. Cualquiera de estos dos contingentes sumaría el número de 1.1 millones de 1Crónicas 21:1-30. Por lo que respecta a Judá, el número que se da en 2 Samuel es de 30.000 más que la cifra de 1 Crónicas. Primero Crónicas deja claro que el censo no quedó completado por Joab, porque no acabó el censo tocante a Benjamín (o Leví) antes que David cayera bajo la convicción de que no debía completarlo. Joab se sintió feliz de dejarlo cuando vio que el rey había cambiado de idea. Debido al procedimiento usado el censo de Benjamín hubiera tenido lugar al final de todo, de modo que su número no quedó incluido. En el registro de 2 Samuel la cifra para Judá incluía el número ya sabido de 30.000 soldados para Benjamín, de ahí el total de 500.000. Los benjamitas se mantuvieron leales a David y a Judá.

Respuesta 2

Dado que sólo se calcula con millares estos números son indicaciones redondeadas y la diferencia entre ambos textos debe proceder de que estas indicaciones se basan en tradiciones orales por cuanto en 1 Crónicas 27:24 el resultado de este censo no es incluido en los anales del reino. Pero no se las debe clasificar como exageradas o demasiado altas si se considera que la población general de un país por lo general es cuatro veces mayor que el número de su ejército y un millón trescientos mil o un millón y medio de hombres de armas darían una población de cinco a seis millones de almas, los cuales podían ser saciados por el territorio palestino por la inmensa fecundidad de sus tierras, cf. las explicaciones de Números 1; 2; 3; 4; en Thenius I, 2, pp. 190ss. Tampoco se debe considerar con Bertheau y otros que según 1 Crónicas 27:1-15 David sólo tenía un ejército de doscientos ochenta y ocho mil hombres. Es un hecho conocido que el ejército de un país es menor que el total de los hombres y mujeres que están en condiciones de pelear. Según 1 Crónicas 21:6 no se contaron las tribus de Leví y Benjamín porque, como el cronista menciona con una pragmática subjetiva, «la orden del rey era detestable para Joab» o como lo menciona 1 Crónicas 27:24 después de señalar objetivamente el motivo por el que el conteo jamás cesaría. De estas informaciones se puede deducir que Joab no se apresuró a cumplir con la orden real, de manera que David, cuando se dio cuenta de su injusticia revocó la orden antes de que culminara el censo y así no fue contada la tribu de Benjamín, mientras que la tribu de Leví fue eximida del censo de hombres de guerra por su función sacerdotal.


¿Dios envió a Su profeta para que amenazara a David con cuántos años de hambruna?

* Siete (2 Samuel 24:13)
* Tres (1 Crónicas 21:12)

Respuestas

El error de copia entre estos dos versículos se encuentra en 2 Samuel 24:13, al leer ambos textos es evidente que lo que se quiere comunicar son tres años, tres meses y tres días. Este es un error que puede suceder fácilmente puesto que el número 3 y el 7 hebreo son bastante similares y cualquier desliz del copista puede cambiar la cantidad, además de que la condición del manuscrito y su legibilidad pueden también ser un factor determinante.

 
¿Cuál era la edad de Ahazia cuando comenzó a reinar en Israel?

* Veintidós años (2 Reyes 8:26)
* Cuarenta y dos años (2 Crónicas 22:2)

Respuesta

Las indicaciones numéricas: cuarenta y dos años es un error ortográfico de veintidós años (ב fue confundido con מ), 2 Reyes 8:26. Debido a que Joram había ascendido al trono a la edad de 32 años y reinó durante ocho años (2 Crónicas 21:20 y 21:5). Por eso su hijo menor no pudo ser mayor de 21 o 22 años de edad cuando murió por lo cual Joram lo debió haber concebido a la edad de 21 o 22 años. Esto coincide también con el hecho de que Joram tenía hijos mayores debido a que en el antiguo oriente las personas eran casadas a temprana edad y los príncipes reales solían tener diversas mujeres o concubinas además de sus esposas. Si Ocozías tenía cuarenta y dos hermanos mayores, como deduce Bertheau junto con otros críticos en 2 Reyes 10:13 s., entonces sería imposible que fuera concebido cuando su padre tenía 18 años de edad. Pero esta suposición se basa en la explicación errada del pasaje presentado,vid. el comentario del ver. 2 Crónicas 22:8. La madre de Ocozías, Atalía, es llamada hija,i.e. nieta de Omri, al igual que 2 Reyes 8:26 según el fundador de la dinastía idólatra del reino de las diez tribus.

¿Cuál era la edad de Joaquin cuando se convirtió en rey de Jerusalén?

*Dieciocho años (2 Reyes 24:8)

* Ocho años (2 Crónicas 36:9)

Respuesta

Sólo algunos códices hebreos, sirios y árabes y muchos manuscritos de la Septuaginta LXX presentan en la Crónica dieciocho años. Al parecer el número ocho es un error ortográfico, como también opina Thenius. En cambio, Bertheau quiere considerar el número ocho de nuestro texto como original y el número dieciocho en 2 Reyes es una variante que se basaba en la opinión de que la edad de 10 años es más adecuada para un rey que 8 años a causa de la «mención aparentemente intencionada de la madre junto al rey 2 Reyes 24:12, 15 y Jeremías 22:26 de lo cual se debe deducir que tenía la tutela sobre el joven rey». Éste es un motivo errado. En los libros de los Reyes se menciona en todos los reyes el nombre de la madre después de la nota de que ascendió al trono sin considerar la edad de éstos porque la reina madre siempre tuvo una posición predominante en el reino. Así sucede también en el caso de Joacim y Joaquín 2 Reyes 23:36 y 2 Reyes 24:8. En cuanto a esta posición se menciona entre aquellos que se rindieron a Nabucodonosor y deportado a Babel. La veracidad de este número, 18 años, es confirmada en Ezequiel 19:5-9 donde el profeta describe a Joaquín como un león joven que devoraba hombres, conoció viudas y destruyó ciudades. El conocer a las viudas no combina con un niño de ocho años, pero sí con un joven de dieciocho años. Joaquín reinó por tres meses y diez días en Jerusalén e hizo lo malo en los ojos de Yahvé. Y a la vuelta del año, en la primavera cuando se solían organizar campañas militares (ver.1 Reyes 20:22, 2 Samuel 11:1) Nabucodonosor mandó a que lo trajeran a Babilonia con los objetos preciosos de la casa de Yahvé e hizo a su pariente Sedequías rey sobre Judá y Jerusalén. Con estas pocas palabras se menciona el final del breve reinado de Joaquín. En 2 Reyes 24:10-16 constan mayores detalles acerca de la segunda campaña de Nabucodonosor contra Jerusalén y el final para Judá, el comentario del 2 Reyes 24:10-16. Según 2 Reyes 24:17 Sedequías no fue un hermano sino דּוֹד tío hermano del padre de Joaquín y se llamó Matanías, hijo de Josías, y de Hamutal como Joacaz (2 Reyes 24:18; cf. con 2 Reyes 23:31), el hermano directo de éste y por lo tanto hermanastro de Joaquín. Cuando fue puesto en el trono por Nabucodonosor recibió el nombre Sedequías. Conforme a esto אָחִיו ver. 2 crónicas 36:10 debe ser interpretado en un significado más amplio del pariente.

¿Cuántos hombres mató de una sola vez el capitán de los poderosos
soldados de David con su lanza?

* Ochocientos (2 Samuel 23:8)

* Trescientos (1 Crónicas 11:11)

Respuesta 1: Las diferencias de los nombres

los valientes. Se hace memoria de los más valientes guerreros y los soldados más destacados. Esta lista aparece en 1 Crónicas 11:11-41, con pequeñas variaciones. Según 1 Crónicas 11:10, estos hombres ayudaron a David a ser rey. La lista de estos hombres se presenta en tres conjuntos: primero, "los tres" (vv. 2 Samuel 23:8-12); segundo, otros dos más honrados que "los treinta", pero que no alcanzaban a "los tres" (vv. 2 Samuel 23:18-23); tercero, "los treinta", que son realmente treinta y dos (vv. 2 Samuel 23:24-39). Esta lista se expande con otros dieciséis nombres en 1 Crónicas 11:41-47.[1]

El comentario al Texto Hebreo del Antiguo Testamento de Carl Friedrich Keil y Franz Delitzsch, nos ayudan a comprender más técnicamente la problemática sobre las variantes en los nombres:

El breve encabezado de nuestro texto con el que también empieza la lista en la crónica (ver.2 Samuel 23:11) tan sólo anuncia los nombres de estos valientes. En vez de הַגִּבֹּרִים consta en la crónica el número de los valientes מִסְפַּר הַגִּבּוֹרִים. Esta variante cae más en cuenta por cuanto al final del listado de la crónica no se menciona el número total como sucede en nuestro texto. Pero esto difícilmente puede ser interpretado como un error ortográfico de מִבְחַד (selección) como lo hace Bertheau sino que sólo se puede explicar en base a que estos héroes formaron un cuerpo que estaba regido por el número de los que originalmente lo formaban (2 Samuel 13:23 s.). El primero, Joseb-basebet es llamado en la crónica רֹאשׁ הַשְּׁלשִׁים (cabecilla de los treinta). En nuestro texto consta en vez de יָשָׁבְעָם (Crónicas ) ישֵׁב בַּשֶּׁבֶת, una variante decididamente falsa que según la suposición correcta de Kennicot surgió a partir de que las dos últimas letras de ישׁבעם se encontraban en un manuscrito debajo del בַּשֶּׁבֶת de la línea superior (ver. 2 Samuel 23:7) y un copista erróneamente copió בשׁבת en vez de עם. La forma correcta del nombre יָשָׁבְעָם se encuentra en 1Crónicas 27:2. También תַּחְכְּמֹנִי (tacmonita) es erróneo y debe ser corregido conforme a la crónica en בְּן־חֲכְמוֹנִי. La designación de Jasobeam como hijo (descendiente) de la familia de Hacmón (1 Crónicas 27:32) fácilmente puede ser reconciliada con la información de 1 Crónicas 27:2, que afirma que era hijo de Zabdiel. A diferencia del nombre de 1 Crónicas רֹאשׁ הַשְּׁלשִׁים (cabecilla de los treinta) es llamado en nuestro texto רֹאשׁ הַשָּׁלִשִׁי (cabecilla de los tres). Según esto Bertheau pretende enmendar nuestro texto conforme a la crónica mientras que Thenius quiere cambiar el texto de la crónica de acuerdo al nuestro. Pero a pesar de que las muchas corrupciones indiscutibles en nuestro versículo parecerían apoyar la suposición de Bertheau no podemos considerar que una o la otra enmendación sea necesaria o afirmativa. En contra de una enmendación del הַשָּׁלִשִׁי (crónica) la repetida mención del הַשָּׁלִישִׁי רֹאשׁ no sólo en 1 Crónicas 15:42; caps. 1 Crónicas 12:4 y 1 Crónicas 27:6 sino también en los vers. 1 Crónicas 27:13; 23-24 de nuestro texto. La traducción de שָׁלִשִׁי y שָּׁלשִׁים por guerreros en carros es absolutamente errada[2]. El singular הַשָּׁלִישׁ designa en todos los pasajes en los que aparece la palabra al ayudante del rey (2 Reyes 7:2; 17; 19; 2 Reyes 9:25 y 2 Reyes 15:25) y el plural שָּׁלשִׁים designa la guardia personal o los alabarderos, no sólo en 2 Reyes 10:25 sino también en pasajes como1 Reyes 9:22 y Éxodo 14:7; Éxodo 15:4 y donde se ha deducido el significado de soldado de carro. Según esto רֹאשׁ הַשָּׁלִישִׁי es el cabecilla de los alabarderos o de los ayudantes del rey y la confusión de los הַשָּׁלִשִׁי con los הַשְּׁלשִׁים de la crónica se debe a que los treinta valientes de David formaron el cuerpo de sus ayudantes. El singular שָׁלִשִׁי debe ser explicado como en הַכְּרֵתִי [cereteos], vid. el comentario de 2 Samuel 8:18.

 

Respuesta 2: Los números

Con respecto a las diferencias de lectura Lutero comenta las palabras עֲדִינוֹ הָעֶצְנוֹ הוּא en una glosa marginal: «Creemos que el texto haya sido corrompido por un copista que trabajó con un manuscrito ilegible y de letras malas por lo que adino debe ser leído en vez de orer y haeznib en vez de eth hanitho» siguiendo la crónica: «blandió su lanza», cf. Ver 2 Samuel 23:18. Esta suposición debe ser preferida ante el intento de Ges. Lex. v. Dietr., s.u. עָדִין, de obtener un significado añadiendo el verbo עִדֵּן y el nominativo עֵצֶן [lanza], debido a que estas palabras no aparecen en ningún otro texto y es necesario cambiar el texto para poder alcanzar un sentido que conviene. «blandió su lanza sobre ochocientos y los mató». No debe entenderse que haya matado a ochocientos hombres de un sólo golpe sino que blandía continuamente su lanza contra los enemigos hasta matar a ochocientos. En vez de los ochocientos la crónica presenta tan sólo trescientos, número que vuelve a ser mencionado en la descripción de Isaí (ver 2 Samuel 23:18) y que probablemente vino de aquel versículo a la crónica.

¿Cuántos pares de animales puros le ordenó Dios a Noé colocar en el Arca?

*Dos (Génesis 6:19-20)

*Siete (Génesis 7:2).

 

Respuesta

 

Esta supuesta discrepancia se resuelve fácilmente leyendo todo el relato. Dios le ordenó 7 pares de animales limpios porque posteriormente, los seis pares extra de animales y aves limpios se usarían para sacrificio (Génesis 8:20) y alimentación (Génesis 9:3), así no se extinguiría ninguna especie que eran de utilidad para el hombre.

¿Cuándo David derrotó al rey de Soba, cuántos jinetes capturó?

* Mil setecientos (2 Samuel 8:4)

* Siete mil (1 Crónicas 18:4)

Respuesta

En vez de mil setecientos jinetes el cronista nos presenta en 1 Crónicas18:4 mil carros (רֶכֶב) y siete mil jinetes (פָּרָשִׁים). De acuerdo a esto en nuestro pasaje desapareció la palabra רֶכֶב detrás de אלֶף [mil] y la señal numérica de mil fue confundida con la de cien. Dado que los siete mil jinetes en la planicie siria está obviamente en una mejor relación numérica con los veinte mil soldados de a pie que los mil setecientos (Cler., Mich., e.o.). El resto véase en el comentario de 2 Samuel 10:18. «Y David paralizó toda la caballería»,i.e. inutilizó los carros al desjarretar a los caballos (cf. en cuanto a עִקֵּר Jos11:6; 9) «y dejó tan sólo 100 caballos». רֶכֶב se refiere en estas oraciones a los caballos de guerra en general, no sólo a los caballos de los carros, sino también los que habían de ser montados. El significado de רֶכֶב [caballería] es confirmado en 1 Samuel 21:7 y no se puede pensar en que David hubiera perdonado a los caballos de guerra.

 

¿Cuántos establos poseía Salomón?

* Cuarenta mil (1 Reyes 4:26)

* Cuatro mil (2 Crónicas 9:25)

Respuesta

אַרְבָּעִים (cuarenta) es un antiguo error ortográfico de אַרְבַּעַת (cuatro) como lo muestra el pasaje paralelo 2 Crónicas 9:25 y como se puede leer en 10:26 y 2 Crónicas 1:14, donde consta que Salomón tuvo mil cuatrocientos caballos ya que sólo se necesitan dos caballos para tirar de un carro y uno de reserva (cf.Xenof. Cyrop. VI, 1, 27). אֻרְוָה no significa tiro de caballos sino cubo de caballo (lugar en los que se los ponía), de אָרָה. SegúnVegetios I, 56 en Bochart (Hieroz. I, p. 112, ed. Ros.) aun en la antigüedad cada caballo tenía su propio pesebre.Böttcher afirma equivocadamente (neue exegetisch kritische Aehrenlese II, p. 27) que una percha del pesebre estaba compuesta por lo menos de diez caballos. מֶרְכָּב tiene un significado colectivo: coches.

 

¿En cuál año del reinado del Asa murió Baasa, rey de Israel?

*Vigésimo cuarto año (1 Reyes 15:33 y 16:8)

*Baasa aún estaba vivo durante el trigésimo año (2 Crónicas 16:1)

Respuesta

Baasa (ca. 909-886 a.C.) murió en el año vigésimo sexto del reinado de Asa (cp. 1 Reyes 15:33), esto no podría significar que estaban en guerra diez años después. Sin embargo, si la referencia de tiempo es al año treinta y cinco desde la división del reino, entonces se trata del año ca. 896 a.C. en el año decimocuarto del reinado de Baasa y en el decimosexto del reinado de Asa. Esta manera de contar se seguía de forma general en el libro de las crónicas de los reyes de Judá y de Israel, los anales públicos de aquella época, y de los que el autor inspirado sacó su relato (cp. v. 2 Crónica 16:11). Esta podría ser la causa de las defecciones de personas de Israel a Judá como se describe en 2 Crónica 15:9. Cp. 1 Reyes 15:16-17.

¿Cuántos capataces designó Salomón para los trabajos de construcción del Templo?

(a) Tres mil seiscientos (2 Crónicas 2:2)

(b) Tres mil trescientos (1 Reyes 5:16)

Respuesta

«Además (לְבַד), i.e. sin contar a los oficiales de Salomón que estaban sobre este trabajo (i.e. los oficiales que habían sido designados por Salomón para controlar el trabajo) tres mil trescientos oficiales que estaban al frente de la obra». Conforme al comentario correcto de Thenius שָׂרֵי הַנִּצָּבִים [los que estaban al frente de la obra] no puede significar los principales de los jefes, debido a que no se menciona a los subalternos y el número es demasiado grande para designar a los jefes de trabajo. El נִצָּבִים que está sometido al שָׂרֵי en estat. constr. sirve como descripción del sustantivo: principes qui praefecti erant (Vatablus), cf. Ew., §287a. Además, se mencionaron al final del relato de todas las edificaciones de Salomón en 1 Reyes 9:23 quinientos cincuenta שָׂרֵי הַנִּצָּבִים como oficiales de los capataces del pueblo que realizaban el trabajo. Aquí se distinguen las indicaciones de la crónica donde en 2 Crónicas 2:17 el número de los capataces es de 3.600 y en 2 Crónicas 8:16 es de 250. Pero por más que supongamos que esta diferencia de números se debiera a una confusión de letras numéricas, esta suposición es refutada por el hecho de que el número de los capataces en ambos pasajes es el mismo (3.300 + 500 = 3.850 [Reyes] y 3.600 + 250 = 3.850 [Crónicas]). Por eso debemos explicar con J. H. Michaelis que las diferencias se deben a diferentes tipos de organización, partiendo del hecho de que en la crónica los capataces israelitas se dividían en 3.600 cananeos y 250 israelitas mientras que en los libros de los Reyes se les divide en inferiores et superiores praefecti capataces superiores e inferiores. Salomón había designado a 3300 capataces inferiores y 550 superiores de los cuales 250 eran israelitas y 300 cananeos. Que los 3.600 habían sido tomados de los cananeos restantes en el territorio de Israel se puede observar en 2 Crónicas 2:16 s. Asimismo se puede estar seguro de que los números usados en 1 Reyes 9:23 y 2 Crónicas 8:10 (550 y 250) sólo se refieren a los capataces sobre los trabajadores a pesar de que, en ambos pasajes, en_5:30 y 1 Reyes 9:23 se usa el mismo término de שָׂרֵי הַנִּצָּבִים. Ahora, si en 1 Reyes 9:23 se presenta el número de 550 capataces,i.e. 300 más que en el pasaje paralelo de la crónica no puede caber duda alguna que los 300 están incluidos en los 550 que en nuestro pasaje son menos que los de la crónica y que los 3300 de nuestro pasaje no contienen a los capataces de origen cananeo.

¿Cuantos baños tenía el edificio que construyó Salomón?

(a) Dos mil (1 Reyes 7:26)

(b) Tres mil (2 Crónicas 4:5)

Respuesta 1

Un bato equivalía a unos 27,3 litros….. Esta discrepancia se ha reconciliado contando aquí no solo el agua que se contenía en el cuenco, sino también el agua de suministro necesaria para mantenerla manando como una fuente.

Respuesta 2

Las variantes objetivas como בְּקָרִים y הַבָּקָר [los bueyes y el buey] ver. 2 Crónicas 4:3 en vez de פְּקָעים y הַפְּקָעִים [coloquinta y coloquintas] así como tres mil bat en vez de dos mil bat sólo surgieron en el texto de la Crónica a causa de un e.o. יָכִיל [tener capacidad] ver. 2 Crónicas 4:5 después del anterior מַחֲזִיק [abarcaba] parece ser innecesario por lo cual Bertheau considera que es una cosa que por error fue puesta en este pasaje. Pero el término sólo es pleonástico: «contenía en sí tres mil batos» y no ofrece suficientes motivos para eliminar la palabra.

 

Esdras 2 y Nehemías 7: Diferencias entre las cantidades de hijos de los israelitas liberados del cautiverio en Babilonia

Tanto en Nehemías 7 como en Esdras 2 encontramos dos genealogías que tratan sobre los registros de las familias de los israelitas liberados del cautiverio en Babilonia, pero que difieren mínimamente en la cantidad de personas que subieron y demás. Los críticos usan pasajes como este para atacar la confiabilidad de la Biblia, ignorando completamente el propósito, tiempo y como eran los registros genealógicos de aquel tiempo, que más que exhaustivos, buscaban ser vinculantes, es decir, se tomaba cualquier miembro de la familia como abuelo, padre o bisabuelo y se saltaban en muchos casos los padres directos de sus nietos y bisnietos y demás, como podemos apreciar en las demás genealogías. Esto eran registros familiares para herencias, no censos exhaustivos como lo que se hacen hoy en día.

Además de esto, académicos y otros estudiosos de las Escrituras han ofrecido muchas propuestas de como reconciliar estas diferencias, ejemplo, en la Biblia Macarthur encontramos:

Nehemías da la lista de los que acudieron en el primer regreso de Persia a Jerusalén bajo Zorobabel en 538 a.C. Unas discrepancias mínimas se deben quizás a que Esdras hizo la lista de los que manifestaron el deseo de partir, mientras que Nehemías da la lista de los que realmente llegaron; o por alguna otra razón desconocida.[3]

Para el lector interesado en profundizar más en este asunto de Nehemías y Esdras, aquí proporcionaré una explicación detallada de todo el capítulo, tomado del Comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento, de Carl Friedrich Keil y Franz Delitzsch.

Esdras 2:1-70

Lista de los que retornaron con Zorobabel y Jesúa desde Babilonia

 

El título de los vers. Esdras 2:1-2 anuncia el número de los hombres del pueblo de Israel, quienes regresaron de la cautividad de Babilonia a Jerusalén y Judea, bajo el liderazgo de Zorobabel, Jesúa y otros jefes; a eso sigue en los vers. Esdras 2:3-67 la lista de los mismos. En detalle es la lista de las familias del pueblo (vers. Esdras 2:3-35), de los sacerdotes y levitas (vers. Esdras 2:36-42), de los siervos del templo y los siervos de Salomón, (vers. Esdras 2:43-58), y de algunos linajes de israelitas así como de algunos sacerdotes, quienes no pudieron legitimarse como tales (vers. Esdras 2:59-63). Finalmente el total de personas, además de sus animales de carga (vers. Esdras 2:64-67). En los versículos que siguen se enumeran las ofrendas para el templo que habían traído consigo, vers. Esdras 2:68-69, y el final de toda la lista, ver. Esdras 2:70. Nehemías, encontró esta misma lista en su forma original cuando se dispuso a hacer una lista de los miembros de la asamblea de Jerusalén y la incluyó literalmente en su libro, cap. Nehemías 7:6-73. También está conservada en 1 Esdras 5:7-45. Estos tres textos, sin embargo, muestran una serie de variaciones en cuanto a nombres y especialmente a números, que se producen involuntariamente al copiar largas series de nombres y números. La suma total de 42.360 hombres y 7.337 siervos y siervas coincide en los tres textos, pero la adición de los números por separado da en el texto hebreo de Esdras solamente 29.818, en el libro de Nehemías 31.089 y en el texto griego de Esdras 30.143 hombres. En la explicación de las listas consideraremos las diferencias entre nuestro libro y el texto de Nehemías, considerando sin embargo las variaciones de 3. Esdras solamente hasta donde parezca conveniente para la comprensión objetiva de nuestro texto.

Esdras 2:1-2

Encabezado

 

«Éstos son los hijos de la provincia que subieron de la cautividad, de los desterrados (i.e. de los exiliados) que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos a Babilonia y que volvieron a Jerusalén y a Judá, cada uno a su ciudad», En Nehemías 7:6 falta לְבָבֶל [a Babilonia], tratándose de un error de transcripción debido al precedente בָּבֶל [Babilonia]; y en vez de ויִהוּדָה [y Judá] aparece allí וְלִיהוּדָה [y a Judá], lo cual no cambia el sentido. הַמְּדִינָה es la provincia, cuya capital era Jerusalén (Nehemías 11:3), i.e. la provincia de Judea como distrito del Imperio Persa, tal como en 5:. Nehemías 1:2. La palabra en Quetib נבוכדנצור es similar a la forma Nabucadresor en Jeremías 49:28 y se asimila más a las formas babilónicas del nombre, como las bíblicas usuales de Nabucodonosor o Nabucodrosor. Más detalles acerca de este nombre, vid. el comentario de Daniel 1:1. Ellos retornaron, «cada uno a su ciudad» significa a la ciudad en la cual alguno de ellos o sus padres habían vivido antes del exilio. Bertheau al contrario opina que «aunque hayan tomado en consideración la residencia pre-exílica de las genealogías y familias, a la hora de repartir las residencias actuales, no se podría ahora pensar que cada uno haya regresado al mismo lugar donde sus antepasados habían vivido, ya que por un lado, indudablemente (¿?), había sido borrada la memoria de los lazos genealógicos y familiares en no pocos casos, compárese al respecto los vers. Esdras 2:59-63, luego también que les fue asignado a los miembros de la reciente comunidad tan sólo una parte evidentemente más pequeña del antiguo reino sureño para habitar, de manera que los descendientes de ciudades que se encontraban fuera de la región de la nueva comunidad no pudieron retornar a los lugares de sus antepasados». Tan cierto como eso pueda ser, así de cierto no puede ser que la ciudad de cada uno, sea «aquella que las autoridades le hayan asignado a cada uno como domicilio en la ordenación de los asuntos comunitarios y cuyos habitantes respectivos hayan figurado para fines de recaudación de impuestos etc.» (Bertheau). Esto no puede ser jamás lo que las palabras significan: «y que volvieron, cada uno a su ciudad». Correcto es más bien: A priori las palabras valen, no considerando los casos excepcionales bajo las circunstancias mencionadas. אֲשֶׁר־בָּאוּ [a la que volvieron] del ver. Esdras 2:2 corresponde a הָעֹלִים [la cautividad] del ver. Esdras 2:1, por lo que aparece también el participio בָּאִים [vinieron] en Nehemías ver. Esdras 2:7. (Ellos) vinieron con Zorobabel etc. significa bajo el comando y la guía de él. Zorobabel (Zoroba, bel, זְרֻבָּבֶל o זְרוּבָבֶל, probablemente abreviado de זְרוּעַ בָּבֶל [nacido en Babilonia]), el hijo de Sealtiel, fue descendiente del rey Jeconías llevado cautivo (ver al respecto 1 Crónicas 3:17) y fue nombrado por Ciro como líder de la expedición y gobernador del rey de la nueva comunidad, probablemente por su ascendencia. Jesúa (יֵשׁוּעַ la forma abreviada del nombre Yehoshúa o Yóshua, la cual también es usada en Nehemías 8:17 con Josué, el hijo de Nun, contemporáneo de Moisés) fue el hijo de Josadac (Hageo 1:1) nieto del sumo sacerdote Seraía, a quien Nabucodonosor había matado en Ribla, y que fue el primer sumo sacerdote de la comunidad restaurada, ver 1 Crónicas 5:41. Al lado de Zorobabel y Jesúa se mencionan otros 9 o (como más correctamente en Nehemías) 10 nombres más de hombres principales, probablemente jefes de familias, de quienes no tenemos más informaciones adicionales. 1. Nehemías a diferenciar del conocido Nehemías, hijo de Hacalías Nehemías 1:1-2. Seraías, en cuyo lugar aparece en Nehemías 7:7 Azarías; 3. Reelaías, en Nehemías se llama Raamías; 4. Nahamani, en Nehemías y en 1 Esdras 5:8 consta Εὐνηέος, y que en nuestro texto de Esdras es omitido; 5. Mardoqueo distinto del Mardoqueo de libro de Ester (Esdras 2:5 ss.); 6. Bilsán; 7. Mispar, en Nehemías es Misperet; 8. Bigvai; 9. Rehum en 3 Esd. como Ροΐμος y 10. Baana. Estos diez hombres, junto a Zorobabel y Jesúa son doce, y evidentemente están para representar la nueva comunidad como sucesora de las doce tribus de Israel, como lo muestra inequívocamente la titulación especial como «el Pueblo de Israel» y también el ofrecimiento de doce sacrificios por el pecado según las doce tribus de Israel (Esdras 6:17) a la ocasión de la inauguración del nuevo templo. No se puede definir la relación genealógica que tuvieron estos doce representantes con las doce tribus porque no hay mención alguna de la ascendencia de los diez. De los diez nombres encontramos a Seraías en Nehemías 10:3. Pero de los contemporáneos de Nehemías, Bigvai, mencionado entre los hijos de Bigvai más abajo ver. Esdras 2:14 y Esdras 8:14; Rehum Nehemías 3:17 y Nehemías 12:3 y Baana en Nehemías 10:28; pero de ninguno de ellos se pude hacer probable la identidad personal. Y, si dado el caso, todos hubieran sido descendientes de ciudadanos del reino anterior de Judá, no se puede deducir de ello con certeza, que todos hubieran pertenecido a las tribus de Judá y de Benjamín, porque ya bajo Roboam, israelitas piadosos de las diez tribus se habían cambiado al reino de Judá, y tanto durante como después de la destrucción del reino de las diez tribus, muchos israelitas se han podido refugiar y asimilar allí. Las últimas palabras del ver. Esdras 2:2. «El número de los hombres del pueblo de Israel» contienen el encabezado especial de la primera parte de la lista siguiente, al que corresponden los encabezados en los vers. Esdras 2:36, 40, 43, 55. Es llamado pueblo de Israel y no pueblo de Judá porque los que regresan representan todo el pueblo del pacto.

Esdras 2:3-35 y  Nehemías 7:8-38  Registro de las genealogías y familias del pueblo

Para mostrar las variaciones de los nombres y números en ambos textos, las colocamos aquí una al lado de la otra, añadiendo las variaciones de los nombres en Nehemías entre paréntesis.

Esdras 2:1-70

Esdras 2:1-70

Nehemías 7:1-73

1. Los Hijos de Paros

2.172

2.172

2. Los Hijos de Sefatías

372

372

3. Los Hijos de Ara

775

652

4. Los Hijos de Pahat-moab, de los Hijos de Jesúa y Joab

2.812

2.818

5. Los Hijos de Elam

1.254

1.254

6. Los Hijos de Zatu

945

845

7. Los Hijos de Zacai

760

760

8. Los Hijos de Bani (Binúi)

642

648

9. Los Hijos de Bebai

623

628

10. Los Hijos de Azgad

1.222

2.322

11. Los Hijos de Adonicam

666

667

12. Los Hijos de Bigvai

2.056

2.067

13. Los Hijos de Adin

454

655

14. Los Hijos de Ater de Exequias

98

98

15. Los Hijos de Bezai

323

324

16. Los Hijos de Jora (Harif)

112

112

17. Los Hijos de Hasum

223

328

18. Los Hijos de Gibar (Gabaón)

95

95

19. Los Hijos de Belén

123

123

20. Los Varones de Netota

56

56

21. Los Varones de Anatot

128

128

22. Los Hijos de Azmavet (los varones de Bet-azmavet)

42

42

23. Los Hijos de Quiriat-jearim, Cafiray Beerot

743

743

24. Los Hijos de Ramá y Geba

621

621

25. Los Varones de Micmas

122

122

26. Los Varones de Betel y Hai

223

123

27. Los Hijos de Nebo (Ajer)

52

52

28. Los Hijos de Magbis

156

Faltan

29. Los Hijos de la otra Elam

1.254

1.254

30. Los Hijos de Harim

320

320

31. Los Hijos de Lod, Hadid y Ono

725

721

32. Los Hijos de Jericó

345

345

33. Los Hijos de Senaa

3.630

3.930

Total

24.144

25.406

 

Las diferencias en cuanto a los nombres carecen de importancia. En el ver. Esdras 2:6 falta la ו copulativa entre los nombres יְשׁוּעַ [Jesúa] y יוֹלָב [Joab], que Nehemías y Esdras sí tienen. El nombre בָּנִי [Bani] en el ver. Esdras 2:10 es en Nehemías 7:15 בִּנּוּי [Binui], en lugar de יוֹרָה [Jora] en el ver. Esdras 2:18 aparece en Nehemías 7:24. חָרִיף [Harif], aparentemente un nombre distinto de la misma persona, porque Jora suena como יוָרֶה, lluvia otoñal y חָרִיף con חֹרֵף como otoño; en lugar de גִּבָּר [Gibar] del ver. Esdras 2:20 aparece en Nehemías 7:25 mejor גִבְעוֹן el nombre de la ciudad, y en lugar קִרְיַת עָרִים en el ver. Esdras 2:25 tiene Nehemías 7:29 la forma más correcta de קִרְיַת יְעָרִים; en lugar de «hijos de Azmavet» en el ver. Esdras 2:24 tiene Nehemías 7:28 «los hombres de Bet-azmavet»; por otro lado por «los hijos de Nebo» en el ver. Esdras 2:29, en Nehemías 7:33 «los hombres de Nebo Ajer», donde אָחֵר parece haber aparecido en el texto por un error, ya que poco después sigue Elam Ajer.[4] Además de ello, los nombres de Bezai, Jora y Hasum (vers. Esdras 2:17-19) han sido intercambiados en Nehemías 7:22-24: Hasum, Bezai y Harif; de la misma manera las series Lod etc. y Jericó (vers. Esdras 2:33-34) en Nehemías 7:36-37 en Jericó y Lod etc. Finalmente los hijos de Magbis (ver. Esdras 2:30) son omitidos en Nehemías y los hijos de Belen y los varones de Netofa (vers. Esdras 2:21-22) han sido sumados en Nehemías 7:26, dando una suma de 188 en vez de 123 + 56 = 179. Si observamos los nombres, entonces aquellos de los Números 1:1-54—17:1-13, son indudablemente nombres de genealogías y casas paternas, en los Números 18:1-32—27:1-23 y del 31-33 se trata tan indudablemente de nombres de ciudades, es decir que aquí se nombran los habitantes de las ciudades. Esta serie se interrumpe por los Números 28:1-31--30:1-16, donde Harim sin duda y muy probablemente también Magbish son nombres de personas y no de lugares, y en el caso de Elam la otra, lo que extraña es la similitud del número de 1254 con Elam (número 6). A eso se añade que Magbis falta tanto en Nehemías como en 4. Esdras, así también Elam la otra en 3. Esdras y en lugar de «los hijos de Harim 320», dice en 1 Esdras 5:16 en el lugar correspondiente ui`oi. VArom ver. Esdras 2:32. A partir de esto Bertheau concluye que los Números 28:1-31 y 29, hijos de Magbis e hijos de Elam Ajer, vers. Esdras 2:30-31, son espurios y que Harim ha de cambiarse en Ἀρώμ e insertarse en posición anterior. Las razones, por las cuales las tres indicaciones mencionadas son sospechosas son dignas de considerar. Si tienen peso decisivo, no nos atrevemos a decidir, en vista de la gran falta de seriedad de las informaciones del libro de 3 Esdras por un lado y de las diferencias en los tres registros por otro lado, que evidentemente surgieron por errores de trascripción.

 

Muchos de los nombres de generaciones y casa paternas (Números 1:1-54--17:1-13 y 30) hallamos también en diversos registros distintos del tiempo de Esdras y de Nehemias[5], de donde entendemos: a) que de algunas generaciones retornó solamente una parte con Zorobabel y Jesúa, y que otra parte siguió solamente bajo Esdras; b) que los jefes de familias paternas no fueron llamados por sus nombres personales, sino por los nombres de sus casas. Los nombres provienen sin lugar a dudas de tiempos preexílicos, aunque no los hallamos en libros preexílicos, porque los libros dan genealogías solamente de los hombres más importantes que intervinieron en la historia, y que las genealogías de las Crónicas son muy fragmentarias, nombrando principalmente las generaciones de los tiempos más antiguos. La mayoría de esas familias o casas paternas, sino todas, las hemos tenido por antiguos habitantes de Jerusalén. No se puede alegar en contra de ese argumento la circunstancia de que los nombres que figuran en nuestra lista no aparezcan en los registros de los habitantes de Jerusalén de 1 Crónica y Nehemías cap. Nehemías 11:1-36, porque en aquellos registros se mencionan solamente las grandes genealogías de Judá y de Benjamín y no las casas paternas, que estaban incluidas en aquellas genealogías. Por otra parte los nombres de las ciudades (versículos Esdras 2:18-33) se mencionan en gran parte en los libros más antiguos del Antiguo Testamento: Gabaón en Josué 9:3; Bet-lehem Rut 1:2. y Miqueas 5:1 (Miqueas 5:2); Netofa 2 Samuel 23:28; vid. al respecto el comentario de º* 1 Crónicas 2:54; Anatot Josué 21:18; Jeremías 1:1; Quiriat-jearim, Kefira y Beerot como ciudades de los gabaonitas Jos9:17; Ramá y Gabaa aparecen frecuentemente en la historia de Samuel y Saúl, ya desde Jos18:24-25; Micmas 1 Samuel 13:2, 5; 1 Samuel 10:28; Betel y Hai Jos7:2 y Jericó Jos5:13 y otros. Todos estos pueblos ubicados en las cercanías de Jerusalén probablemente fueron retomados por sus antiguos habitantes o por sus hijos inmediatamente después de su regreso. Azmavet o Bet-azmavet (Nehemías 7:28) no aparece en la narrativa más antigua y aparte de nuestro registro tan solamente se menciona en Nehemías 12:29 y debe buscarse, según eso, en los alrededores de Geba, pero no ha sido ubicado aún, debido a que, y esa es la suposición no fundamentada de Ritter (Erdkunde XVI, p. 519), se trata de el-Hizme, cerca de Anata. No es posible ubicar con certeza Nebo, porque no se puede pensar en la montaña con este nombre en Números 32:3. Por eso se ha pensado en Nob o Nobe de 1 Samuel 21:2, que por su ubicación podría corresponder, alegando para ello que en Nehemías 11:31 s. la localidad de Nob se menciona como una de las muchas aquí nombradas, pero no Nebo; sin embargo en Esdras 10:43 se vuelven a mencionar los hijos de Nebo. Por la ubicación se podría pensar con Bertheau en Nuba o en Beit-Nuba (Robinson, Neue biblische Forschung, p. 189). Algunos antiguos exegetas toman Magbis por nombre de un lugar, pero parece más bien el nombre de una persona; no se conoce ningún lugar con ese nombre. Las localidades de Lod, Hadid y Ono (ver. Esdras 2:33) aparecen solamente en libros tardíos del Antiguo Testamento. En cuanto a Lod y Ono vid. el comentario de º* 1 Crónicas 8:12. חָדִיד se puede decir con seguridad que es Vadida, 1 Macabeos 12:38; 13:13, no lejos de Lidda, donde hoy todavía existe un pueblo el Hadite (arab. l-hdith) (Robinson, N. b. Forsch., p. 186). סְנָאָה del ver. Esdras 2:35 ya ha sido identificado por los expositores más antiguos como Σεννά, νῦν Μαγδαλσεννα, lo que Jerónimo describe como terminus Judae, in septimo lapide Jerichus contra septentrionalem plagam [La frontera de Judá, i.e. Jericó en la séptima piedra (limítrofe) frente al sector norte de] (Onom. ed. Lars. et Parth., pp. 332s.), mientras que Robinson, en la obra citada p. 387, combina Magdal Senna con Medchel, una localidad en la cumbre de una monte alto, como a 4 millas al norte de Jericó. Pero su ubicación no se corresponde con las distancias dadas por Eusebio y Jerónimo, además el nombre de Medchel, lo que significa «torre», no basta para la identificación con Migdal-Senna. La ubicación exacta de Senna no se puede determinar por ahora; pero se ha de buscar no muy lejos de Jerusalén. De las ciudades nombradas en nuestra lista fueron los hombres de Jericó, Senaa y Gabaón, los que ayudaron en la construcción del muro de la ciudad bajo Nehemías (Nehemías 3:2; Nehemías 3:7); también los habitantes de Tekoa, Zanoa, Bet-haquerem, Mispa, Betsur y Keila. Un número aun mayor de ciudades de Judá y de Benjamín se mencionan en la lista de Nehemías 11:25-35. De allí podemos ver, que con el paso del tiempo, más y más judíos retornaron del exilio y se instalaron en la tierra de sus padres.

Esdras 2:36-39

El Registro de los sacerdotes concuerda en cuanto a nombres y número con el de Nehemías 7:39-42. Éstos eran:

 

Los hijos de Jedaías de la casa de Jesúa

973

Los hijos de Imer

1.052

Los hijos de Pasur

1.247

Los hijos de Harim

1.017

Total

4.289

 

Jedaías en 1 Crónicas 24:7 es de la segunda orden de sacerdotes. En el caso de que el Jedaías aquí sea el nombre de una orden de sacerdotes, entonces no hay que pensar en cuanto a «la casa de Jesúa» en Jesúa el sumo sacerdote (ver. Esdras 2:2), porque la segunda orden sacerdotal pertenecía muy probablemente a la línea de Itamar, mientras que el linaje sumo sacerdotal pertenecía al de Eleazar. También encontramos el nombre de Jesúa en otros linajes sacerdotales, por ejemplo como nombre de la novena clase sacerdotal en 1 Crónicas 24:11, de manera que puede ser el nombre antiguo de otra orden sacerdotal. Como no es probable que de la clase sacerdotal, de la cual procedía el sumo sacerdote, ningún sacerdote haya retornado, entonces se ofrece la suposición que Jesúa sea el sumo sacerdote y que los hijos de Jedaías formen parte de la casa paterna, a la cual pertenecía Jesúa. En este caso, Jedaías no es el nombre de la segunda orden sacerdotal, sino el de algún principal de familia del linaje sumo sacerdotal. Imer en 1 Crónicas 24:14 es de la décima sexta clase sacerdotal. Pasur no aparece entre las órdenes sacerdotales de 1 Crónicas 24:1-31. Encontramos el nombre en 1 Crónicas 9:1-44, 1 Crónicas 12:1-40 y Nehemías 11:1-36; 12:1-47 entre los antepasados de Adaía, un sacerdote de la orden de Malquías; pero el conocido Pasur de Jeremías 20:1-18 y Jeremías 21:1-14 se llama aquí hijo de Imer, lo que obviamente quiere decir, un miembro de la orden de Imer. Por eso considera Bertheau que «Pasur era un linaje sacerdotal, el cual se extendió solamente después del tiempo de David y que tomó el lugar de un linaje sacerdotal más antiguo y tal vez extinguido». Con Esdras subieron Gerson, de los hijos de Finees, y Daniel, de los hijos de Itamar, a Jerusalén (Esdras 8:2), sin que se nombraran las órdenes, a las cuales pertenecían. Entre los sacerdotes que se habían casado con mujeres extranjeras (cap. Esdras 10:18-22), figuran unos hijos de Yeshuá, de Imer, de Harim y de Pasur, de donde se puede concluir, «que hasta el tiempo de Esdras solamente estas cuatro órdenes de sacerdotes oficiaban el culto en la nueva asamblea» (Bertheau). En cuanto a la relación de los nombres en nuestros versos con respecto a Nehemías 10:2-9 y Nehemías 12:1-22, ver el comentario respectivo.

Esdras 2:40-58

Los Levitas, los Netinim y los Siervos de Salomón (cf. Nehemías 7:43-60 )

 

Esdras

Nehemías

Los Levitas: de los hijos de Jesúa y de Cadmiel, de los hijos de Hodavías

74

74

Los cantores: de los hijos de Asaf

128

148

Los hijos de los porteros: de los hijos de Salum, los hijos de Ater, etc

139

138

Netineos y siervos de Salomón, por todo

392

392

Total

733

752

 

Los levitas están divididos en tres clases: Los levitas en el sentido más estricto de la palabra son ayudantes de los sacerdotes, los cantores y los porteros; cf. 1 Crónicas 24:20-31, caps. 1 Crónicas 25:1-31 y 1 Crónicas 26:1-19. En cuanto a los levitas en el sentido más estricto se nombran: los hijos de Jesúa y de Cadmiel de los hijos de Hodavías (וְקַדְמִיאֵל y הוֹדַוְיָה de nuestro texto son aparentemente la manera correcta de leer לְקַדְמִיאֵל y הוֹדַוְיָה, Keri לְהוֹדִיָּה Nehemías 7:43 son entonces errores de copia). El suplemento «de los hijos de Hodavías» pertenece a Cadmiel, para distinguir este de otros levitas del mismo nombre. Según cap. Esdras 3:9 Yeshuá y Cadmiel son principales de dos clases de levitas en el tiempo de Zorobabel y de Jesúa, las cuales vuelven a aparecer en Nehemías 10:10 como nombres de clases de levitas. No encontramos a los hijos de Hodavías en los registros de levitas en Crónicas.

Esdras 2:41

De los cantores vinieron en aquél entonces solamente los hijos de Asaf, estos son los miembros de coro de Asaf; en Nehemías 11:17 se vuelven a nombrar tres órdenes, donde Bacbucías parece representar la orden de Hemán.

Esdras 2:42

De los porteros regresaron seis divisiones u órdenes, entre ellos las órdenes de Sallum, Talmon y Accub, quienes habían vivido en Jerusalén antes del exilio, según 1 Crónicas 9:17. Los hijos Ater, Hatita y Sobai no se sabe más nada.

Esdras 2:43-58

Los netinim son los siervos del templo y los siervos de Salomón son contados juntos. De los netinim se cuentan 35 familias. La suma global alcanzaba solamente 392, de manera que cada familia se componía de un promedio de 8 a 9 personas. Los hijos Acub, Hagaba y Asna (vers. Esdras 2:45, 2:46, 50) han sido omitidos en el libro de Nehemías; el nombre de Salmai, ver. Esdras 2:46, suena Salmai en Nehemías   ver. Esdras 2:48 y en vez de נפיסים, ver. Esdras 2:50, aparece en Nehemías 7:52 נפושׁסים, una forma combinada de נְפוּסִים y נְפִישִׁים. Todas las demás variantes son sólo de carácter ortográfico. Debido a que Siha (צִיחָה ver. Esdras 2:43) vuelve a aparecer como un príncipe de los netinim en Nehemías 11:21 y debido a que los demás nombres aparecen con éste en una misma línea, Bertheau quiere ver en estos nombres diversas divisiones. Esta opinión es errada porque en Nehemías 11:21 Siha es un nombre personal y también los demás nombres en nuestra lista son nombres de personas, y solamente los hijos de Siha, Hasufa etc. pueden ser mencionados como nombres de divisiones familiares. Porque únicamente los casos del plural de Meunim y de Nefusim son nombres de tribus o de pueblos; los hijos de Meunim entonces son miembros de los menuítas, quienes fueron tomados como prisioneros de guerra después de la victoria del rey Usías sobre este pueblo y entregados en calidad de vasallos al servicio del santuario. De manera similar los hijos de los Nefusim pueden ser prisioneros de una tribu ismaelita נְפִישׁ. [Nefis]. Sin embargo, la mayoría de las familias aquí nombradas pueden muy bien ser descendientes de los gabaonitas (Josué 9:21, 27). Los siervos de Salomón no se deben identificar con los siervos cananitas (1 Reyes 9:20 s. y 2 Crónicas 8:7) sino más probablemente con prisioneros de guerra de algún otro pueblo, al cual Salomón entregó como vasallos del templo y quienes tenían que ejecutar funciones similares a las de los gabaonitas. Los hijos de estos siervos se mencionan todavía en Nehemías 11:3. En otros pasajes están subsumados bajo el nombre Nethinim, como también lo están aquí. Entre los nombres cae en cuenta el de פֹּכֶרֶת הַצְּבָיִם que significa algo como cazador de gacelas (ver. Esdras 2:57); el último de los nombres, אָמִי [Amí], consta en Nehemías 7:59 como אָמוֹן [Amón].

Esdras 2:59-60

Los israelitas, que no pueden demostrar su pertenencia al pueblo de Israel. Cf. Nehemías 7:61 y Nehemías 7:62. Como tales se nombran tres familias, de 652, según Nehemías   de 642 varones. Ellos subieron con los que retornaron desde Tel-mela (colina de sal) y Tel-harsa (colina de selva o de bosque); nombres de localidades o regiones babilónicas cuya ubicación no podemos determinar. También las palabras כְּרוּב אַדָּן אִמֵּר [Querub, Addán e Imer] son oscuras, pero con certeza no se trata de nombres de personas, por lo que las personas que subieron se nombran solamente a partir del ver. Esdras 2:60. Las palabras son nombres de lugares, permaneciendo sin embargo la incertidumbre, si las tres palabras conforman uno solo o tres nombres. Para la aceptación de la descripción de una sola región se puede alegar que en el ver. Esdras 2:60 se mencionan únicamente tres tribus, quienes corresponderían a las regiones mencionadas en el ver. Esdras 2:59, y que de cada región o lugar, Tel-mela, Tel-harsa y Cherub-Addan-Imer saliera una familia para unirse a los que subieron. Pero también pueden estas tres (últimas) palabras designar tres lugares, el uno cerca del otro, donde vivía una de las familias mencionadas en ver. Esdras 2:60 que había subido juntos a Jerusalén. Éstos no podían confirmar su casa paterna o su simiente, i.e. su ascendencia genealógica, si pertenecían a Israel o no. הִם se refiere al igual que los sufijos en זַרְעַם [su simiente] y בֵּית־אֲבוֹתָם [casas de sus padres] a las personas mencionadas en el ver. Esdras 2:60. Ellos no pudieron comprobar que sus casas paternas de Delaía, Tobías y Necoda, según las que decidieron llamarse, pertenecieran a las casas paternas de Israel por lo cual no pudieron comprobar su descendencia israelita. Clericus observa correctamente: Judaicam religionem dudum sequebantur, quam ob rem se Judaeos censebant; quamvis non possent genealogicas ullas tabulas ostendere, ex quibus constaret, ex Hebraeis oriundos esse [Seguían la fe judía desde hacía mucho por lo cual creían ser judíos aunque no podían presentar alguna tabla genealógica en la cual se pudiera deducir que su proveniencia era de los hebreos]. Como el nombre de Necoda aparece entre los netinim, Bertheau formula la sospecha de que los aquí mencionados hijos de Necoda pretendían ser israelitas, mientras que se objetaba, si no debían ser contados con aquellos hijos de Necoda del ver. Esdras 2:48 y en consecuencia con los netinim. Objeciones similares se pueden haber hecho con las otras dos familias. Aunque no pudieron demostrar su origen israelita, se les concedió acompañarlos a Jerusalén y Judá y sólo se les negó por el momento el derecho a la ciudadanía de Israel. Por esa razón no encontramos estos nombres en el recuento de los jefes del pueblo y de las familias paternas en Nehemías 10:15-28, tampoco en el registro de Esdras 10:25, Esdras 10:43.

Esdras 2:61-62

Los sacerdotes que no podían demostrar su pertenencia al sacerdocio. Cf. Nehemías 7:63-65. De estas familias se nombran tres: los hijos de Habaía, de Cos y de Barzilai. Éstos no pudieron demostrar su registro genealógico y fueron excluidos del ejercicio del sacerdocio. De estos tres nombres el de Cos aparece en 1 Crónicas 24:10 como sacerdote de la séptima clase sacerdotal; pero el nombre solo no bastaba para comprobar la pertenencia a la clase sacerdotal, porque también otras personas llevaban este mismo nombre, cf. Nehemías 3:4. Los hijos de Barzilai eran descendientes del sacerdote, que se había casado con una hija de Barzilai, un gabaonita, conocido por la historia de David (2 Samuel 17:27; 2 Samuel 19:32-39. 1 Reyes 2:7), probablemente una hija heredera (Números 36:1-13) por lo cual él había adoptado su apellido para tomar posesión de la herencia de ella (el sufijo en שְׁמָם [su nombre] se refiere a בָּנוֹת [las hijas], vid. el comentario de º* Números 27:1-11). El hecho de que no renunciara para sí y para su descendencia a los derechos sacerdotales lo podemos ver, porque sus descendientes, retornando del exilio, pudieron hacer valer estos derechos. Pero como la adopción del nombre Barzilai ha podido poner en tela de juicio la ascendencia sacerdotal, se requirió entonces la comprobación por medio de los registros genealógicos. Y ésta no la pudieron encontrar. כְּתָבָם [su registro] es su סֵֹפֶר יַחַשׁ Nehemías 7:5, el libro o la escritura donde quedaba registrada su ascendencia. Éste escrito llevaba el título de הַמִּתְיַחֲשׂים, «los registrados»; esta palabra es una aposición de כְּתָבָם, y a ésta se refiere el plural נִמְצָאוּ [fueron considerados impuros], por lo cual encontramos en Nehemías 7:64 el singular נִמְצָא [fue considerado inmundo] en concordancia con כתבם. «Fueron considerados inmundos y excluidos del sacerdocio», i.e. como contaminados o inmundos excluidos del sacerdocio. La construcción del Piel יְגֹאֲלוּ [fueron excluidos] con מִן [fuera de algo] llama la atención.

Esdras 2:63

«El Tirsata», gobernador secular de la comunidad, y por la comparación de Nehemías 7:65 con el ver. Nehemías 7:70 esclarecemos que se trata de Zorobabel, el que en Hageo 1:1, 14; Hageo 2:2, 21 es llamado פַּחַת יְהוּדָה [gobernador de Judá]. תִּרְשָׁתָא, siempre con el artículo, es sin duda la designación persa del gobernador o lugar-teniente. Así también se le llama a Nehemías, Nehemías 8:9 y Nehemías 10:2 y paralelamente הַפֶּחָה en Nehemías 12:26. El significado de la palabra todavía es discutido. Algunos lo deducen de la palabra persa trsidn, «temer» y de trs, «temor» = «el temido o el respetado» (Meier, Wurzelverzeichnis, p. 714); otros lo deducen de la palabra persa trs, «auster», como muchos otros «el señor severo»; y otros aun (como Benfey, Die Monatsnamen, p. 196) lo deducen del zendo thvorestar (nom. thvoresta), i.e. praefectus, penes quem est imperium [el prefecto en cuyo poder estaba el imperio], cf. Gesenius, thes., p. 1521. El Tirsata decidió el asunto en el sentido, que no comiesen de las cosas santísimas hasta que haya sacerdote con Urim y Tummim, i.e. para dar un dictamen final por medio del Urim y Tummim. עָמַד según el hebreo tardío es equivalente a קוּם, cf. Daniel 8:23; Daniel 11:2 y otros. La prohibición de comer de la cosa santísima (cf. Levítico 2:3) incluye la prohibición de acercarse a los utensilios santísimos, como p. ej. el altar del holocausto (Éxodo 29:37; Éxodo 30:10) y de pisar el Lugar Santísimo (Números 18:19); eso significa, que se excluye de las actuaciones específicamente sacerdotales, no suspendiendo el derecho a devengar los ingresos sacerdotales, por cuanto éstos no estuvieran ligados directamente a actuaciones como sacerdote, ni excluyendo de la pertenencia al orden sacerdotal. Acerca de Urim y Tummim vid. el comentario de º* Éxodo 28:1-43, º* Éxodo 30:1-38. Se puede deducir de las palabras «hasta que un sacerdote se levantara con Urim y Tummim, etc.» que el sumo sacerdote de entonces no estaba en condición de pedir o dar las sentencias divinas del Urim y Tummim. La razón de esto no se pude buscar con Ewald, Gesch. IV, p. 95 en la personalidad de Jesúa, como por ejemplo que él, tal vez, no fuera el hijo mayor de su padre y por consiguiente ni siquiera apto para el sumo sacerdocio. Estas conjeturas se basan en ideas completamente erróneas acera del Urim y Tummim, sobre desapariciones subjetivas acerca de la objetividad de la gracia conferida al ministerio del sumo sacerdote. La recepción de una decisión divina por medio del Urim y Tummim tiene como condición previa la presencia de la gracia de Yahvé en la asamblea de Israel. Esta presencia la había ligado el Señor al arca del pacto con los querubines, sobre quienes estaba sentado y desde donde él se revelaba a su pueblo (Éxodo 25:22). El sumo sacerdote debe llevar el pectoral con el Urim y Tummim sobre su pecho y venir delante de Yahvé para presentarle el derecho de Israel y suplicar la decisión divina Éxodo 28:30. Números 27:21. Según la divina promesa en la Torá el arca del pacto con el trono de gracia (propiciatorio) era el lugar donde el sumo sacerdote tenía que inquirir la voluntad divina por medio de Urim y Tummim. Pero el arca ya no existía, fue destruida cuando los caldeos convirtieron al templo de Salomón en cenizas. A los que regresaban con Zorobabel y con Jesúa les faltaba el arca del pacto y al comienzo también el templo. Bajo estas condiciones el sumo sacerdote no podía venir delante de Yahvé con el pectoral y el Urim y Tummim para pedir sus decisiones. En los libros de Samuel se narran casos de consulta de la voluntad divina por Urim y Tummim y donde el arca del pacto no estaba presente, como para que el sumo sacerdote pudiera presentarse ante ella (comp. Éxodo 23:4, 6, 9 ss. y Éxodo 23:14, 18), por lo cual se puede concluir que la presencia del arca del pacto, externa o en el espacio, no era una condición sine qua no. Pero aquellos casos suceden en un tiempo, cuando la asamblea de Israel poseía aún el arca del pacto con el trono sobre los querubines, aunque estuviese temporalmente separada del Lugar Santísimo del tabernáculo. Otra era la situación al regreso del exilio. No solamente faltaban el arca del pacto y el templo, sino que Yahvé no había manifestado aún su presencia de gracia nuevamente en la asamblea, y hasta que eso no hubiera acontecido, el sumo sacerdote no podía consultar al Señor por medio del Urim y Tummim. Zorobabel esperaba, en vista de la restauración del altar y del templo, que el Señor volviera con su presencia de gracia a la asamblea restaurada, y que un sumo sacerdote se levantara con Urim y Tummim, para tomar una decisión definitiva acerca de los sacerdotes, que no podían comprobar si eran de la descendencia de la simiente de Aarón. Esa esperanza, sin embargo, no se ha cumplido. Yahvé no santificó el templo construido por Zorobabel por una señal visible de su presencia como lugar de la habitación de su nombre. En este templo faltaba el arca del pacto con los querubines y la Shequina en la nube sobre los querubines del Lugar Santísimo. Por eso tampoco encontramos noticia alguna del tiempo postexílico que haya tenido lugar alguna declaración de la voluntad divina o una decisión por medio del Urim y Tummim, sino, al contrario, consta el testimonio claro de los rabinos de que Dios no había declarado más su voluntad después del exilio por medio del Urim y Tummim e incluyeron esta manera de revelación divina a las cinco cosas, que le faltaban al segundo templo. Cf. Buxtorf, exercitatt. ad historiam Urim et Thummim, cap. 5 y Vitringa observatt. ss., lib. VI, cap. 6, pp. 324s.

Esdras 2:64-67

Número total de los que retornaron, sus siervos y siervas y sus animales de carga Cf. Nehemías 7:66-69.

 

La suma total de la asamblea (כְּאֶחָד como uno, i.e. en resumidas cuentas, cf. Esdras 3:9; Esdras 6:20) es de 42.360 en ambos textos; y también en 3 Esd. es la misma, aunque las sumas de cada una de las indicaciones difieren en los tres textos, dando un resultado menor a la suma global indicada en cada uno de los textos. Los diferentes datos son como sigue:

 

Según Esdras

Según Nehemías

Según 3 Esdras

Varones de Israel

24.144

25.406

26.390

Sacerdotes

4.289

4.289

2.388

Levitas

341

360

341

Netinim y siervos de Salomón

392

392

372

Los que no pudieron comprobar su identidad israelita

652

642

652

Total

29.818

31.089

30.143

 

Estas diferencias sin duda alguna se originaron por errores de trascripción. Todos los intentos de reconciliarlos de otra manera no pueden ser justificados. Muchos de los antiguos exegetas, judíos y cristianos (Seder olam, Raschi, Usserius, J. H. Mich. y otros), pensaban, que las sumas de cada uno de las indicaciones se referían sólo a judíos y benjaminitas, mientras que en la suma total se incluía también a los israelitas, quienes habían retornado de las diez tribus. Aunque no se puede alegar que no se haya considerado a los miembros de otras tribus en manera alguna (Bertheau) porque no se nombran los diferentes grupos de los varones de Israel por su pertenencia a una tribu, sino como aquellos a quienes Nabucodonosor había deportado a Babilonia, entre los que muy bien pueden haberse encontrado miembros de otras tribus, quienes se habían ubicado en el reino de Judá, como expresamente lo asume Usser. Pero precisamente que tanto en los subtotales como en la suma global no se consideren las relaciones tribales excluye la diferenciación por tribus con mayor razón aun cuando en el caso de las familias que no pueden demostrar su descendencia de Israel sólo se observa su pertenencia a las familias paternas y a la simiente de Israel. Por eso es obvio que la suma global debe ser el total de los diferentes subtotales. Tampoco se puede deducir que como nuestro ver. Esdras 2:64 consta en 1 Esdras 5:11 de la siguiente manera: «pero todos los de Israel de 12 años para arriba, sin los siervos y siervas, eran 42.360» que en los subtotales se hayan considerado únicamente a los mayores de 20 años y en la suma global las personas entre 12-30 años, como lo supone J. D. Mich. El suplemento «de doce años para arriba» carece de valor crítico, ya que en caso de ser auténtico, tendría que aparecer en cada indicación separada la especificación «de 20 años para arriba». Por eso no es probable que el autor del tercer libro de Esdras tuviera la intención de compensar la diferencia con esta agregación. Al copiar una cantidad tal de nombres y números era casi imposible evitar errores, sea por lectura errónea, sea por omisión de algún dato. Debido a que la suma total de los tres textos es la misma, deberemos considerar que se trata del número correcto.

Esdras 2:65

ss. «sin contar éstos sus siervos y siervas, que eran siete mil trescientos treinta y siete». אֵלֶּה está unido por los acentos a las palabras precedentes. La siguiente indicación cae en cuenta: «y les eran (i.e. ellos tenían) doscientos cantores y cantoras». La nota de Bertheau que con לָהֶם se intente aludir a la propiedad de la comunidad es incorrecta. לָהֶם designa meramente la pertenencia, no forzosamente propiedad, por lo que J. D. Mich. ha pensado que originalmente constaban en el texto bueyes y vacas, que habían sido cambiados por los escribas en cantores y cantoras, «porque ambos nombres se asemejan mucho en el hebreo». A eso responde Bertheau haciendo notar que sí se puede cambiar שְׁוָרִים [toros] fácilmente en שׁררים o משׁררים, pero que שׁוֹר no formó un plural en femenino y una alteración de פָּרוֹת [vacas] en משׁרראת sea una posibilidad más remota, de manera que debemos suponer que en el texto original constó únicamente שׁורים y después de haber sido cambiado en משׁררים le fueron agregados משׁררות como un complemento apropiado. Tales ocurrencias no necesitan de refutación seria. Si se tratara de animales como propiedad privada, no se utilizaría לָהֶם, sino se colocaría un sufijo como en la enumeración de los animales en el ver. Esdras 2:66. Además, bueyes y vacas no son animales de carga que se utilizarían para viajar como lo son los caballos, mulas, camellos y asnos enumerados en el ver. Esdras 2:66; por lo cual no coinciden en este pasaje. מְשֹׂרְרִים וּמְשֹׂרְרוֹת son cantores y cantoras, 3 Esd. ψάλται καὶ ψαλτῳδοί, quienes estaban entre los vasallos de los que retornaron, como ya opinaban los rabinos, ut laetior esset Israelitarum reditus [para que el regreso de los israelitas fuera más alegre]. Los israelitas tuvieron desde un principio cantores y cantoras, no solamente para estimular la alegría a la ocasión de banquetes, sino también para cantar lamentaciones en momentos de tristeza, cf. Eclesiastés 2:8; 2 Crónicas 35:25, y estos son mencionados junto a los siervos y siervas porque cantan y tocan por remuneración y se distinguen de los cantores y músicos de los levitas. En vez de 200 en Nehemías y 3 Esdras, aparece el número 245, que probablemente fue incluido en el texto a causa de un salto de vista al número 245 del versículo siguiente.

Esdras 2:66-67

s. Los números de los animales de cabalgadura y de carga de los que regresaban: 736 caballos, 245 mulas, 435 camellos y 6.720 asnos; en Nehemías 7:68 constan los mismos números. En 1 Esdras 5:42 se nombran los camellos en primer lugar y los números difieren en parte: 7.036 caballos y 5.525 asnos.

Esdras 2:68-70

Contribuciones para la construcción del Templo y noticias finales Cf. Nehemías 7:70-73.

«Y algunos de los jefes de casas paternas, cuando llegaron a la casa de Yahvé, i.e. arribando al lugar del templo, hicieron ofrendas voluntarias (הִתְנַדֵּב cf. 1 Crónicas 29:5) para la casa de Dios para reedificarla sobre sus cimientos» (הֶעֱמִיד, erigir, i.e. reconstruir, aquí y en Esdras 9:9 sinónimo con הֵקִים). Según sus propiedades (כְּכוֹתָם comp. 1 Crónicas 29:2) dieron a la tesorería de la obra, i.e. la restauración del templo y del culto 61.000 dracmas de oro (= 457.500 Taler, unos 686.000 Euros, 871.000 Dólares, vid. el comentario de º* 1 Crónicas 29:7) y 5.000 minas de plata (más de 200.000 Taler, i.e. unos 300.000 Euros o 381.000 Dólares) y 100 túnicas sacerdotales. La cuenta de esta contribución en Nehemías 7:70-72 es más detallada. Según éste, una parte de los jefes de casas paternas (מִקְצָת como en Daniel 1:2 y otros) contribuyeron: el Tirsata dio al tesoro 1.000 dracmas de oro, 50 tazones (vid. el comentario de º* Éxodo 27:3), 30 túnicas sacerdotales y 500... Este último dato está corrompido porque los dos Números 30:1-16 y 500 no pueden sumarse en 530. En tal caso tendrían que venir primeramente las centenas. El objeto había sido nombrado antes de los 500 y desapareció por un error de trascripción: וְכֶסֶף מָנִים [y plata (500) minas]. Otros jefes de casas paternas (otros que el Tirsata) dieron 20.000 dracmas de oro, 2.200 minas de plata y el resto del pueblo (era) 20.000 dracmas de oro, 2.000 minas de plata y 67 túnicas sacerdotales. Según esto dieron el Tirsata, los jefes de casas paternas y el resto del pueblo, 41.000 dracmas de oro, 4.200 minas de plata, 97 túnicas sacerdotales y 30 tazones de oro. En nuestro texto están omitidos los tazones y en lugar de 30 + 67 = 97 túnicas sacerdotales se indica el número redondeado de 100. Las otras dos diferencias se produjeron por errores ortográficos. En lugar de 61.000 dracmas, obviamente se debe leer, según Nehemías   41.000 (1.000 + 20.000 + 20.000), y a las 2.200 y 2.000 minas se deben sumar, según Nehemías 7:70, otros 500 más es decir 4.700, por lo que nuestro texto indica la suma redondeada de 5.000.

Con el ver. Esdras 2:70 se concluye la narración del retorno del primer grupo de los exiliados y se pasa a lo siguiente: «Y habitaron en sus ciudades los sacerdotes y...» וּמִן הָעָם [algunos del pueblo] son los varones del pueblo de Israel, los laicos en distinción de los sacerdotes, levitas etc.; en Nehemías el orden de las palabras está invertido, de manera que וּמִנ הָעָם siguen después de los porteros y cantores levíticos. Este lugar le parece más apropiado a Bertheau, nosotros tenemos que opinar distintamente. La posición del pueblo, i.e. de los ciudadanos de Israel entre los siervos del templo (sacerdotes y sus ayudantes del culto levíticos) y entre los cantores y porteros parece adecuado; inadecuada, sin embargo, es la mención de los שׁוֹעֲרִים [porteros] antes de los משׁררים en Nehemías  , porque la ejecución del canto en el templo era un servicio superior que la del servicio de los porteros. Tampoco podemos aceptar la opinión de Bertheau de que בְּעָרֵיהֶם [en sus ciudades], que en nuestro texto sigue a וְנְּתִינִים [habitaban], deba ser borrado. La palabra forma un final muy apropiado de la frase que comienza con וַיֵּשְׂבוּ. Y la oración siguiente «y el resto de Israel (habitaba) en sus ciudades» cierra la narración, mientras que las palabras כל־ישׁראל [todo Israel] después de la enumeración de las diversas secciones de Israel en Nehemías   tienen algo de pesado.[6]



[1] Biblia de estudio Macarthur, en la nota del versículo correspondiente

[2] Esta expresión de Gesenius en el thesaurus y en el léxico, Bertheau, e.o. no se basa en ninguna otra autoridad que el testimonio de Orígenes, de que un autor desconocido de catenas explicara el término griego τριστάτης (la traducción de שָׁלִישׁ) de esta manera, una autoridad que ya fue refutada por un glosador en el octateuco en Schleussner (Lex. in LXX, tomo V, p. 338), quien explicó τριστάτης con τοὺς παρὰ χεῖρα τοῦ βασυιλέως ἀριστερὰν τρίτης μοίρας ἄρχοντας. Asimismo Suidas y Hesiquio en τριστάται. También Jerónimo recurre a ello en el comentario de Ezequiel 23:1-49: nomen est secundi gradus post regiam dignitatem (El nombre es el segundo grado de dignidad después del rey).

[3] Vea la Nota de estudio de la Biblia Macarthur sobre Nehemías 7

[4]  Esta aceptación goza de mayor probabilidad que la opinión de Dietrich en A. Merx, Archiv für wissenschaftliche Forschung des A.T., cuaderno 3, p. 345, sosteniendo que por medio de la adición אחר en Nehemías  , el Nebo Judío se diferencie del Nebo rubenita.

[5] En la lista de los que retornaron con Esdras (cap. Esdras 8:1-36) los hijos de Paros, Pahat-moab, Adin, Elam, Shephatías, Joab, Bebai, Azgad, Adonicam, Bigvai y según el texto original de Esdras 8:5 y Esdras 8:10, también los hijos de Zattu y Bani. Figuran entro del registro de los que tenían mujeres extrañas (cap. Esdras 10:1-44) hombres de los hijos de Paros, Elam, Zattu, Bebai, Bani, Pahat-moab, Harim, Hashum y de los hijos de Nebo. Y finalmente en la lista de los príncipes del pueblo de los tiempos de Nehemías (Nehemías 10:15 ss.), Paros, Pahat-moab, Elam, Zattu, Bani, Azgad, Bebai, Bigvai, Adin, Ater, Hashum, Bezai, Harif, Harim, Anatot, a la par con otros que no aparecen aún en nuestro registro.

[6] En 3 Esdras 5:45 consta: y los sacerdotes y levitas y los del pueblo de allí habitaban en Jerusalén y en la provincia; los santos cantores y porteros y todo Israel en sus ciudades—según versión libre de nuestros textos de Esdras y Nehemías y considerando a Nehemías 12:27-30


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