El argumento de la apuesta de Pascal

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El matemático francés Blaise Pascal en sus ilustres años de vida formuló un argumento en sus Pensées (una obra escrita en el siglo XVII) que ha sido nombrado como “la apuesta de Pascal”. En síntesis, este argumento enseña que la creencia en Dios está pragmáticamente justificada porque no tenemos nada que perder, y mucho que ganar si mantenemos esa creencia. Él lo expresó así:

Prefiero equivocarme creyendo en un Dios que no existe que equivocarme no creyendo en un Dios que si existe, porque si no existe, evidentemente nunca lo sabré cuando me hunda en la nada eterna, pero si existe, si hay algo, si hay alguien, tendré que dar cuentas por mi actitud de rechazo.

La lógica de este argumento es aplastante. ¿Qué pierde un individuo si cree que Dios existe y al final termina no existiendo? Nada, pero vivió una vida moral y éticamente correcta, se abstuvo de hacer el mayor daño posible a otros seres humanos, en cambio, si Dios existe y ese individuo vivió a espaldas de él como si no existiera haciendo todo lo que sus impulsos carnales lo llevaron hacer ¿qué pierde esa persona? Todo.

La balanza entre ambas posturas está inclinada a favor de la creencia antes que la incredulidad.

·        Objeciones al argumento

Este argumento tiene dos objeciones serias que son dignas de considerar.

Primero está la objeción de los muchos dioses. Un musulmán podría establecer una matriz de pagos similar para creer en Allah. Un mormón podría hacer lo mismo por su dios. En otras palabras, el estado (II) que Dios no existe es en realidad una disyunción indefinidamente compleja de varias deidades que podrían existir si el Dios cristiano no existiera. Por lo tanto, la elección no es tan simple, porque si creo que el Dios cristiano existe y resulta que Alá existe en cambio, entonces sufriré una pérdida infinita en el infierno por mi pecado de asociar algo (Cristo) con Dios.[1]   

En respuesta a esta objeción podemos decir que se deben considerar las creencias de las distintas religiones y confirmar cual tiene más peso que la respalden. El cristianismo es la religión predominante que ha pasado el filtro de los años porque la Biblia sigue vigente y actual a día de hoy. Su mensaje sigue cambiando la vida de las personas y su fundador fue uno que se levantó de entre los muertos y es un evento que puede corroborarse en la historia. Ningún líder de otra religión a afirmado jamás ser el hijo de Dios y al mismo tiempo confirmarlo levantandóse de su tumba. Sólo el cristianismo puede decir que su líder y fundador está vivo hoy y que volverá por los suyos.

La segunda objeción viene del apologista cristiano Antonio Cruz en su libro Nuevo ateísmo pág. 91, plantea lo siguiente:

No podemos creer en algo, tan trascendental para nuestra vida como la realidad Dios, simplemente porque parece una buena filosofía de vida. Creer no es como votar a un partido de izquierdas o a otro de derechas. Apostar por la existencia divina simplemente para cubrirnos las espaldas, «por si acaso», no parece una clase de fe demasiado valiente y sincera. Además, desde otro punto de vista, también podría decirse que quien se decanta por la no existencia de Dios podría tener una vida mejor y más plena ya que no sufrirá sacrificios por su fe, no dedicará tanto tiempo a su creencia, no tendrá que evangelizar, ni luchar, ni morir si fuera menester por la causa del evangelio, etc. El que asume el estilo de vida y la clase de fe dubitativa que propone Pascal en su argumento, más que creer de verdad en Dios da la impresión de estar jugando a que cree.

Es lamentable que un apologeta tan respetado como lo es Antonio Cruz del cual soy fiel seguidor no haya entendido bien el argumento de Pascal. El matemático Frances no expone una fe dubitativa, ese no es el fuerte de su argumento. Lo que Pascal quería transmitir era que la creencia en Dios tiene mayor peso, es más coherente aún si en últimas resultase ser falsa, que la incredulidad. Pascal no creía en Dios “por si acaso” existe, porque fue un fiel defensor de la fe aunque murió sin haber terminado su obra apologética. El punto es este, la creencia en Dios es más beneficiosa tanto en calidad de vida como en esperanza en la muerte.

·        Conclusión

El argumento de Pascal hoy por hoy sigue siendo muy utilizado por los apologistas porque en últimas si estamos en lo cierto o no, no perdemos nada, sin embargo ganamos tanto en vida como después de ella.  



[1] Fundamentos filosóficos para una cosmovisión cristiana – William Lane Craig y J.P Moreland, pag.173

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