Sahelanthropus ¿El primer ancestro del linaje humano? | Orígenes humanos con Feliberto Vásquez Rodríguez

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Introducción

Uno de los homínidos que más controversias y debates acalorados ha traído desde su descubrimiento en 2001 es Sahelanthropus.[1] Se le considera el representante más antiguo del linaje humano.[2]  

Uno de los temas que envuelven a este fósil tan icónico es su bipedalidad, ¿caminaba sobre 2 patas como los humanos o era su andar como el de los monos? Tanto un artículo de la revista Nature como el paleoantropólogo John Hawks informaron y comentaron sobre la aparente supresión de la evidencia científica que puede refutar la interpretación de Sahelanthropus como el homínido bípedo más antiguo.[3]

En un análisis de su fémur izquierdo, un grupo de paleontólogos afirmaron:

Los resultados de nuestro análisis funcional preliminar sugieren que el eje femoral TM 266 pertenece a un individuo que no era habitualmente bípedo, algo que debe tenerse en cuenta al considerar las relaciones de S. Tchadensis. Las circunstancias de su descubrimiento deberían alentar a los investigadores a verificar si hay más evidencia postcraneal de S. Tchadensis entre los fósiles recuperados de Toros-Menalla.[4]

Un artículo de 2022 en Nature comenta también sobre la bipedalidad de Sahelanthopus:

La morfología del fémur es más parsimoniosa con la bipedalidad habitual, y los cúbitos conservan evidencia de un comportamiento arbóreo sustancial.[5]

Aunque ambos estudios están de acuerdo con el bipedalismo de Sahelanthropus, también proponen que el trepado arbóreo era probablemente una parte importante de su repertorio locomotor”. Pero en ese mismo año, otro estudio muestra escepticismo sobre la bipedalidad de Sahelanthropus, el estudio se titula: Sahelanthropus: El supuestamente primer bípedo probablemente no fue ninguno - Spektrum der Wissenschaft y afirma: Se dice que los fósiles de Chad de siete millones de años provienen del primer prehumano, y demuestran que caminó sobre dos piernas desde el principio. Pero la evidencia es escasa.

Entonces, ¿es Sahelantropus bípedo o no? Repasando la literatura que se ha publicado en torno a este fósil, notamos que lo primero que no hay es acuerdo generalizado o mayoritario sobre su bipedalidad. Repasemos la literatura.

Breve historia de Sahelantropus

El hallazgo fue en la mañana del 19 de Julio del 2001 por el científico francés Alain Beauvilain y tres colegas en las dunas del desierto del Sahara chadiano, junto con un conjunto de otros fósiles. El descubrimiento fue noticia mundial, y fue considerado poco tiempo después como “de gran importancia científica y cultural”[6], y teniendo el impacto de una pequeña bomba nuclear", dijo Daniel Lieberman, de la Universidad de Harvard. "Llena un vacío de cinco millones de años realmente, en términos de los cráneos de criaturas fósiles relacionadas con nosotros", dijo Chris Stringer, jefe de orígenes humanos en el Museo de Historia Natural de Londres. "Esto está abriendo una nueva ventana".[7]

En un artículo de Nature del 11 de Julio de 2002 aparece con el número de colección TM 266, donde también se sugiere basado en las dataciones geológicas y paleontológicas, que dicho fósil era de alrededor de 6 a 7 millones de años[8], corroborado también por la datación radiométrica.[9] Esto llevo a denominar a Sahelanthropus cómo el ancestro más antiguo de los humanos porque se coloca exactamente en el tiempo que supone que ocurrió la separación entre humanos y chimpancés, lo que elevó el estatus de este fósil.

Aunque se le haya dado mucha importancia a dicho fósil, sigue causando dudas su datación por el hecho de que no se encontró in situ (en el lugar o sitio correspondiente) en depósitos del mioceno, como muestran dos estudios:

¿Fue enterrado Toumaï (Sahelanthropus tchadensis)? Las fotografías tomadas cuando se descubrió el cráneo de Toumaï establecen que el holotipo de una de las primeras especies de homínidos conocidas probablemente fue enterrado de nuevo en el pasado reciente. El análisis tafonómico revela la probabilidad de uno, tal vez dos, entierro (s) que aparentemente ocurrió después de la introducción del Islam en la región durante el siglo 11. Otros dos fósiles de homínidos (un fémur izquierdo y una mandíbula) estaban en la misma "tumba" junto con varios restos de mamíferos.[10]

Los contextos estratigráficos de dos importantes especímenes de homínidos fósiles de Chad han sido reportados repetidamente como conocidos con precisión sobre la base de su supuesto descubrimiento in situ. Aquí se demuestra que ninguno de los fósiles, los holotipos de Australopithecus bahrelghazali y Sahelanthropus tchadensis, estaba in situ en el momento del descubrimiento.[11]

Incluso especularon que los nómadas modernos podrían haber reunido los huesos y haberlos colocado en una tumba en las dunas de arena, sin ser conscientes de que son fósiles. Más tarde, los pastores de camellos musulmanes nativos podrían haber reorientado el cráneo expuesto hacia La Meca y volver a enterrar el espécimen hasta que fue descubierto nuevamente por el viento y descubierto por la ciencia en 2001. A pesar de que la evidencia de esta especulación es débil,[12] las circunstancias del descubrimiento de este famoso fósil estaban ciertamente lejos de ser óptimas.[13]

¿Era bípedo?

Para aumentar los problemas, el cráneo estaba bastante maltratado por lo que su interpretación fue ambigua, pero a pesar de eso, un estudio en la revista Nature nos informa de su reconstrucción en 3D, e intentó establecer la posición crucial del foramen magnum como evidencia de locomoción bípeda,[14] aunque realmente esto sigue siendo una afirmación que es objeto de debate académico, como lo demuestra el análisis sobre este fósil del paleoantropólogo John Hawks:

En 2002, me uní a varias otras personas que dudaban de la evidencia del bipedalismo en lo que entonces (y desde entonces ha sido) promocionado como el "primer homínido conocido". Tal vez lo sea, tal vez no lo sea. Pero no nos convenció la evidencia. El espécimen de Toumaï comparte algunas similitudes dentales con los primeros homínidos, pero también con varios géneros de simios del Mioceno. Mientras tanto, la evidencia de la postura vertical, basada en la posición del foramen magnum, parecía débil. Presentamos nuestro caso en un artículo de 2006 en PaleoAnthropology, que es de acceso abierto.

Dado que ninguna nueva evidencia ha salido a la luz (o al menos, a imprimir), ahí es donde están las cosas en lo que a mí respecta. Sigo pensando que la evidencia de la bipedalidad en Sahelanthropus es equívoca, y que la fecha del espécimen puede ser demasiado antigua para ser miembro del linaje de los homínidos.[15]

Y otro estudio informa que el bipedalismo aún no se ha verificado mediante observaciones y estudios independientes.[16] Y por si eso fuera poco, dos estudios del mismo año (2022) sobre el mismo fémur de Sahelanthropus dan resultados extremadamente opuestos:

La discusión de cómo Sahelanthropus se movió en el suelo gira en torno al fémur en particular.

© FRANCK GUY / PALEVOPRIM / CNRS, UNIVERSITÉ DE POITIERS (DETALLE)

Huesos | A la izquierda en dos vistas está el fémur fragmentado de Sahelanthropus tchadensis, a la derecha cada uno de los dos codos también en dos vistas. Es un modelo 3D de los fósiles.

Ambos equipos de investigación sostenían la misma pata fósil en sus manos, pero sus resultados no podrían ser más diferentes. Daver y compañía escriben en »Nature«: »La morfología del fémur [fémur] puede explicarse más plausiblemente por el bipedalismo habitual. Según esto, Sahelanthropus ya estaba adaptado para caminar, a diferencia de los chimpancés actuales, que solo se levantan en casos excepcionales. El estudio de Macchiarelli en el Journal of Human Evolution, por otro lado, afirma: "Los resultados de nuestro análisis funcional preliminar sugieren que el (...) El eje de un fémur pertenece a un individuo que no solía ser bípedo". Para algunos, Sahelanthropus era un recto, para otros ciertamente ninguno.[17]

Y sobre el cráneo, uno de los artículos de 2022 habla sobre el escepticismo de la reconstrucción del cráneo de Sahelanthropus:

Los colegas se quejaron de que el cráneo estaba demasiado mal conservado para poder reconstruir la postura de la columna vertebral con la suficiente precisión. Un crítico agudo es el paleoantropólogo Roberto Macchiarelli de la Universidad de Poitiers. También considera problemática la tesis de Brunet desde un punto de vista evolutivo. Si el agujero occipital de Sahelanthropus realmente se parecía al del Homo sapiens, la primacía del Mioceno habría estado muy por delante de los prehumanos más jóvenes. "Esto sugeriría que hace siete millones de años Sahelanthropus habría sido más parecido a un humano que un Australopithecus cuatro millones de años más joven, que probablemente era un ancestro directo del género Homo", escribió Macchiarelli en un correo electrónico a Spektrum.de. Tales saltos en el árbol genealógico, advierte el paleoantropólogo, deberían hacer que uno se muestre escéptico sobre si la reconstrucción del cráneo es realmente lo suficientemente significativa.[18]

También tenemos que inmediatamente después de la descripción original de Brunet et al. (2002), escribiendo en la revista Nature, estalló una disputa científica entre los descriptores (Brunet 2002, Guy et al. 2005) y otros defensores de una atribución de homínidos (Begun 2004), por un lado, y los críticos por el otro lado.[19]

Un número significativo de artículos críticos dudan fuertemente de la evidencia del bipedalismo y consideran que el cráneo pertenecía, en cambio, a un simio extinto, muy probablemente un gorila hembra.[20] Brigitte Senut del Museo de Historia Natural de París y descubridora del "hombre del milenio" Orrorin también apoya esta identificación como gorila hembra.[21] Además, los críticos "concluyeron que el cráneo no se sentaba encima de la columna vertebral sino frente a ella, lo que indica que la criatura caminaba a cuatro patas como un simio" y "no es un homínido en absoluto".[22] Varios autores críticos también señalaron que Sahelanthropus es demasiado viejo para pertenecer al linaje humano, basado en estimaciones de reloj molecular de la división chimpancé-humano.

Un caso relativamente ténue

Pero, es justo decir que varios estudios filogenéticos postulan a Sahelantropus como ancestral a los homínidos posteriores[23] aunque uno en específico advirtió "este resultado también debe tratarse con cautela debido al pequeño número de caracteres recuperados para el análisis de esta porción de la filogenia" y "actualmente somos cautelosos al hacer declaraciones fuertes sobre la posición ancestral de Sahelanthropus". Aunque el paleontólogo Gunter Bechly, y un estudio en Science direct encontraron este caso débil.[24]

Entre los argumentos o evidencias principales de que Sahelanthropus es perteneciente al linaje humano, están el tamaño reducido de los dientes caninos con un afilado canino-premolar, y el foramen mágnum como evidencia de una postura erguida y bipedalismo. Echemos un vistazo a ambas “evidencias”.

Caninos de tamaño reducido

La literatura científica está lejos de aceptar como buena evidencia libre de controversia la afirmación del canino reducido como muestra de que Sahelanthropus era perteneciente al linaje humano, como muestran dos estudios:

creemos que las características de la dentición, la cara y la base craneal que se dice que definen vínculos únicos entre este espécimen de Toumaï y el clado homínido no son diagnósticas o son consecuencias de adaptaciones biomecánicas. Para representar un clado válido, los homínidos deben compartir características definitorias únicas.[25]

La morfología canina que Ardipithecus y Sahelanthropus comparten con los homínidos posteriores es, quizás, la evidencia más convincente para respaldar su condición de homínidos, pero es importante reconocer que durante el Mioceno tardío varios homínidos euroasiáticos (por ejemplo, Oreopithecus, Ouranopithecus y Gigantopithecus) también desarrollaron pequeños caninos junto con una reducción del afilado de caninos y premolares, presumiblemente como resultado de cambios paralelos en el comportamiento dietético en respuesta a las cambiantes condiciones ecológicas. Por lo tanto, estos cambios, de hecho, no son exclusivos de los homínidos y es concebible que se hayan producido respuestas evolutivas similares en los homínidos africanos contemporáneos, no solo en el linaje de los homínidos.[26]

Además de lo dicho ya en estos artículos, el hecho de que los dientes sean parecidos a los nuestros no implica que sean nuestros descendientes, cómo bien expresa el biólogo Antonio Cruz Suarez:

Los parecidos entre las piezas dentales, por ejemplo, -que suelen ser muy frecuentes entre los fósiles de primates debido a su dureza se usan como pruebas para certificar nuestra supuesta descendencia a partir de los simios. Es relativamente fácil hacer semejantes comparaciones porque las personas tenemos en general el esmalte dental más grueso que el de los primates. Sin embargo, éstos tienden a poseer los incisivos y caninos de mayor tamaño que los humanos. De la misma manera, su mandíbula tiene forma de “U” mientras la nuestra es más parabólica. 

No obstante, el principal problema de afirmar que un determinado fósil es un ancestro humano porque sus dientes se parecen a los nuestros es que algunas especies de simios y monos actuales poseen también dientes similares a los humanos, pero, evidentemente, no son antepasados del hombre. Ciertas especies vivas de babuinos, por ejemplo, presentan sus dientes incisivos y caninos relativamente pequeños, mientras que los molares son bastante grandes. Esto les hace parecerse mucho a los humanos. De la misma manera, también los orangutanes poseen un esmalte dental grueso como el del hombre, a diferencia de la mayoría de los simios. Y, está claro, que no existe una relación filogenética directa entre nosotros y estas especies de primates. Lo que seguramente indican mejor los dientes de los animales es el tipo de dieta que caracteriza a cada especie, más que sus supuestas relaciones evolutivas.[27]

Foramen mágnum

La segunda evidencia, el foramen mágnum tampoco ha pasado la prueba de la aceptación general, como evidencian los estudios sobre el tema:

Se ha asumido que el foramen magnum más anterior y orientado horizontalmente en los humanos modernos en comparación con los grandes simios existentes se relaciona con la postura más erguida y la locomoción bípeda en los homínidos 16–18. Sin embargo, las comparaciones con otros primates, especialmente los gibones y los monos de cara corta, sugieren que esta característica se asocia más ampliamente con las diferencias en el porte de la cabeza y la longitud facial en lugar de únicamente con el bipedalismo. La distinción entre bonobos y chimpancés a este respecto, y la superposición entre la morfología de los bonobos y la de Sahelanthropus y Ardipithecus respaldan aún más esta afirmación.[28]

……

El esqueleto postcraneal del hominoideo del Mioceno Tardío Sahelanthropus tchadensis es desconocido; Debido a esto, la posibilidad de postura bípeda y locomoción se ha basado en características craneales, una interpretación que no ha sido aceptada por todos los paleoantropólogos.[29]

Problemas, y más problemas

Navegar en la literatura de este fósil es entrar en una guerra campal donde la disputa parece inacabable y los bandos irreconciliables. Por ejemplo, un artículo en phys.org narra sobre un estudio donde “un pequeño equipo de investigadores de Francia, Italia y los Estados Unidos, ha encontrado evidencia que sugiere que Sahelanthropus tchadensis no era un homínido, y por lo tanto no era el ancestro humano más antiguo conocido”.[30]

Y newscientist comenta:

El hueso de la pierna sugiere que Sahelanthropus tchadensis, la especie más antigua generalmente considerada como un humano primitivo, u homínido, no caminaba sobre dos patas, y por lo tanto puede no haber sido un homínido en absoluto, sino que estaba más estrechamente relacionado con otros simios como los chimpancés.[31]

En conclusión, si hay disputa sobre la reconstrucción del cráneo, su bipedalidad, su linaje ancestral de los humanos, si era un homínido a una gorrilla, en fin, sobre todos los aspectos de estos huesos fósiles ¿por qué seguir reteniendo a la fuerza dicha especie? Creo que Sahelanthropus será reemplazado inmediatamente aparezca algún fósil de homínido que relativamente se acerque a su datación, mientras tanto, seguirá teniendo la posición tan privilegiada de "primer ancestro del linaje humano".



[3] What’s the deal with the Sahelanthropus femur? - john hawks weblog; Callaway E 2018. Los hallazgos del fémur siguen siendo un secreto. Nature553, 391–392. https://doi.org/10.1038/d41586-018-00972-z[PDF]. También como "El fémur controvertido podría pertenecer a un pariente humano" en NatureNews, 22 de enero de 2018.

[16] An Ape or the Ape: Is the Toumaï Cranium TM 266 a Hominid? Wolpoff et al_TM 266.indd (paleoanthro.org)

[20] http://news.bbc.co.uk/2/hi/science/nature/2125244.stm

[23] Inferir la filogenia de los hominoideos y los primeros homínidos usando caracteres craneodentales: el papel de los taxones fósiles - ScienceDirect; Mongle CS, Strait DS y Grine FE 2019. El muestreo ampliado de caracteres subraya la estabilidad filogenética de Ardipithecus ramidus como homínido basal. Journal of Human Evolution 131, 28–39. DOI: https://doi.org/10.1016/j.jhevol.2019.03.006.; Martin JM, Leece AB, Neubauer S et al. 2021. El cráneo de Drimolen DNH 155 documenta la microevolución en una especie de homínido temprano. Nature Ecology & Evolution 5, 38-45. DOI: https://doi.org/10.1038/s41559-020-01319-6.; Phylogeny, ancestors, and anagenesis in the hominin fossil record | Paleobiology | Cambridge Core

[27] Antonio Cruz Suarez, Adán y Eva frente a Darwin, pag. 159-60 versión digital, publicaciones kerigma.

 



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