Respuesta a mis críticos: El experimento de Stanley Miller ¿Otra vez?

 

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Introducción

Respuesta a mis críticos es una sección donde respondo desde la ciencia, filosofía y teología a los planteamientos que hacen los críticos de los argumentos que expongo. En esta ocasión tratamos la afirmación de Juan Martinez que dice: El experimento de Miller demostró la formación de aminoacidos sin DNA, pero puedo hacer una serie de videos para responder al tuyo, saludos.

Saludos, quiero comenzar por las ultimas palabras que dijiste antes de adentrarme en el experimento de Miller. En primer lugar, el hecho de que me hagas una serie de vídeos refutando el mío es algo que me deja impertérrito, no me interesa porque no va con la temática de mis redes. Subo contenido basado en estudios y artículos que leo de partidarios del diseño inteligente, filósofos, etc, pero nunca me ha gustado engancharme de la repercusión de algún vídeo en la red para yo reaccionar a él, no lo veo propio.

Además ya las redes están saturadas de youtubers que reaccionan a contenido de otros en lugar de ocuparse de crear los suyos. Existen muchos canales de debates, y que siguen esa temática, por lo que si gustas, puedes contactarte con uno de ellos. 

Ahora, pasando al experimento de Miller, estoy sorprendido de que aún se hable de este famoso experimento cuando ya ha sido ampliamente refutado,y abandonado. Desde 1970 se viene dejando en el piso dicho experimento, al igual que su resurrección en el 2007. Además han surgido nuevos planteamientos que te llevan a deducir que ese experimento fue más propaganda materialista, que lo que logró en realidad. 

Lo primero y más importante, los aminoácidos simples no se combinaron para formar proteínas más complejas ni nada que se pareciera a la vida primitiva.

Un nuevo estudio en 2022 demostró que la cristalería utilizada por Miller influyó en el resultado:

El caldo químico altamente alcalino disuelve una pequeña cantidad del recipiente del reactor de vidrio de borosilicato utilizado en los experimentos originales y posteriores. Los trozos disueltos de sílice impregnan el líquido, probablemente creando y catalizando reacciones. Las paredes erosionadas del vidrio también pueden aumentar la catálisis de diversas reacciones. Esto aumenta la producción total de aminoácidos y permite la formación de algunos productos químicos que no se crean cuando el experimento se repite en un aparato hecho de teflón. Pero, ejecutar el experimento en un aparato de teflón deliberadamente contaminado con borosilicato recuperó parte de la producción de aminoácidos perdidos.[1]

Los autores del nuevo trabajo realizaron una prueba de una sola variable. Ejecutaron todo el experimento Miller-Urey varias veces, variando solo la presencia de vidrio de silicato. Las corridas realizadas en un recipiente de vidrio produjeron un conjunto de resultados, mientras que aquellos que usaron un aparato de teflón produjeron otro. [2]

Otro problema es que nadie sabe con seguridad cómo era la atmósfera al principio, pero el consenso es que la atmósfera no era nada parecida a la que utilizó Miller. El eligió una mezcla de metano, amoniaco, y vapor de agua rico en hidrógeno, lo cual era consistente con lo que muchos científicos pensaban en ese entonces. Pero ya los científicos no lo creen así hoy en día.

Hoy en día no existe evidencia de una atmósfera primitiva de metano-antimonio en la tierra, pero sí muchas en contra. Para la mitad de los años de la década de 1970 el biofísico Marcel Florkin declaró que el concepto detrás de la teoría de Miller de la atmósfera primitiva ha sido abandonado. Dos líderes investigadores del origen de la vida, Klaus Dose y Sydney Fox, confirmaron que Miller había usado mezcla de gas equivocado y la revista Science dijo en 1995 que los expertos ahora desmienten el experimento de Miller "porque la atmósfera primitiva no se parecía en nada a la simulación de Miller-Urey".[3]

El pensamiento científico con respecto al contenido de gas de la tierra primitiva es que había muy poco hidrógeno en la atmósfera porque se habría escapado al espacio. En lugar de eso la atmósfera probablemente consistió de dióxido de carbono, nitrógeno y vapor de agua. La queja es que los libros de textos todavía presentan el experimento de Miller cómo si reflejara el medio ambiente de la tierra primitiva, cuando la mayoría de los geoquímicos desde los años sesenta están diciendo que era totalmente diferente a la de Miller.

Si hoy en día se volviese hacer el experimento utilizando la atmósfera exacta, con mucha seguridad no obtendríamos aminoácidos. Aunque en algunos libros se afirma que incluso si se utiliza una atmósfera realista todavía obtienen moléculas orgánicas como si eso resolviera el problema. Afirman que las moléculas orgánicas pueden ser precursoras de la vida, pero en realidad son formaldehído, cianuro. Esas moléculas orgánicas no se pueden tener en una botella tapada en cualquier laboratorio porque son de un material bastante tóxicas, y al abrir la botella destruyes las proteínas en todo el lugar tan solo por el humo y mata los embriones. Así que es poco probable que ellas sean el primer paso hacia el origen de la vida.

El avance de la ciencia ha dejado de forma clara al experimento de Miller en el polvo. Aún si fuese posible que un científico produjera aminoácidos en una atmósfera primitiva ideal o los aminoácidos llegaran a través de cometas (como han sugerido algunos científicos), están muy lejos de producir una célula viva. Sólo sería el primer paso en un proceso extremadamente complicado, porque tendría que obtener el número correcto de los tipos adecuados de aminoácidos para ligarlos y así poder tener una proteína y aún eso estaría lejos de una primera célula viva. Los contras de esta posibilidad son bastante asombrosos, ya que la brecha entre los químicos no vivos y los organismos primitivos es absolutamente tremenda.

Si en un tubo de ensayo con una solución balanceada pusieses una célula viva y la perforas para que todo su contenido se filtre en el tubo con la solución, con eso tendrías más de lo que el experimento de Miller puede llegar hacer y también tienes todos los componentes necesarios para que haya vida, pero ni aún con todo eso puedes hacer una célula viva. No se puede convertir en una célula viva esas moléculas en un tubo de ensayo, sería ilógico.

Esto se debe a que la célula está muerta y eso no permite que los ingredientes se formen de la forma correcta nuevamente. A día de hoy parece improbable que los componentes de una célula viva se puedan reunir de la forma correcta, en el tiempo correcto y lugar correcto, y al mismo tiempo mantener fuera el material inapropiado. Si somos honestos debemos reconocer que esa idea de que podemos explicar el origen de la vida desde la perspectiva naturalista es ilógica.


[3] John Cohen, «Novel Center Seeks to Add Spark to Origins of Life» [El centro novel busca añadir chispa al origen de la vida], Science 270 (1995), pp. 1925-26.

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