¡Ayuda mi incredulidad!
La incredulidad es uno de los mayores obstáculos que se presentan en la vida del creyente. Cuando los problemas vienen a nuestra vida y somos atribulados huimos y muchas veces abandonamos el camino de la fe. Porque la incredulidad nos impide descansar en las promesas que el Señor nos ha hecho. Por eso vemos que cuando perdemos el trabajo, y escasea momentáneamente la comida nos angustiamos, ignorando que el Señor dijo que si Dios alimenta a cada ave de la tierra, lo hará mucho más con nosotros que somos sus hijos.
En el Evangelio según Marcos capitulo 9 encontramos una historia impactante sobre un hombre que llevó su hijo a Jesús el cual tenía un demonio que lo atormentaba desde pequeño. En un momento de la conversación el hombre dijo: "Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos. Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad. (Marcos 9:22-24)
El hombre estaba desesperado porque era un problema que había enfrentado durante años, y no veía solución. Los versículos anteriores dicen que ni aún los apóstoles pudieron ayudarlo por lo que su esperanza estaba en Jesús, que posiblemente había escuchado de el ya que su fama se había propagado por todas partes de aquel entonces. Pero aún habiendo escuchado sobre sus milagros va y lleva su problema con dudas al Señor, notemos que dice "Si puedes hacer algo" a lo que Jesús responde inmediatamente "si puedes creer al que cree todo lo es posible". El Señor quiso confrontar la incredulidad de aquel hombre, no porque Jesús necesita de fe para obrar milagros, sino porque Jesús quiso que el hombre descansara en su poder. Esas palabras de Jesús abrieron el corazón de ese hombre quien clamó "creo, ayuda mi incredulidad", a lo que Jesús al ver que el hombre estaba completamente entregado a su poder accedió a la petición de sanar a su hijo.
Hermanos, que estas palabras del Señor, puedan abrir tu corazón hoy, y llevarte a él confiando en que todo es posible si descansas en su persona. Si tu problema es grande y por un momento piensas que el Señor no puede ayudarte con el, clama como este hombre y di "Señor creo en ti y en tus palabras, pero ayuda mi incredulidad que me impide confiar en dependencia absoluta en ti".
Que esta sea tu oración en el día de hoy.
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