Saul, Samuel y la adivina de endor
Contenido
1. Introducción
2. Contexto
3. Evidencia escritural
4. Una última respuesta
Introducción
El tema de Saúl, Samuel y la adivina de Endor encabeza por mucho la lista de los temas más controversiales de las Escrituras. A través de toda la historia de la Iglesia se han propuesto distintas interpretaciones sobre si fue Samuel, o un demonio quién le apareció a Saul. Los Padres de la iglesia, los reformadores y teólogos antiguos no creen en una aparición real de Samuel sino tan sólo en una actuación por parte de Saúl; tal como lo explica Efrén el Sirio, el rey fue engañado por fuerzas demoníacas. Así también Lutero y Calvino consideran que la aparición sólo era un fantasma demoníaco, un fantasma cuyo espectro diabólico se presentaba en forma de Samuel, y la profecía de Samuel no era una profecía dada por Dios sino una revelación diabólica sucedida bajo permiso divino, en la cual se mezcla la mentira con la verdad.
Esta fue la opinión predominante a lo largo de la historia de la Iglesia, pero en contraste con eso, hoy en días los intérpretes, eruditos, y estudiosos modernos de las Escrituras no aceptan dicha interpretación, sino que afirman que el profeta Samuel verdaderamente apareció pero no por las fuerzas mágicas de la adivina, sino por un milagro de la omnipotencia divina y declaró la sentencia de muerte a Saúl. En este estudio apoyamos la interpretación moderna y daremos algunos argumento de peso a favor de dicha postura, esperando que el receptor lo analice sin prejuicios o ideas preconcebidas, ya que eso mata el aprendizaje. Ore, lea, estudie y analice y que Dios lo guíe a toda verdad.
Contexto
Por ley divina, los encantadores y adivinos estaban excluidos de Israel (Deuteronomio
18:11), e Israel no debía dejarse contaminar por ellos (Levítico 19:31). Acudir a ellos era lo
mismo que prostituirse, y la consecuencia sería que Dios pondría su rostro contra tal persona
y la cortaría de entre su pueblo (Levítico 20:6). Los médiums y espiritistas debían ser
muertos por apedreamiento (Levítico 20:27). Saúl estaba claro de esas prohibiciones que
hacía la Ley y por tanto a la muerte del profeta Samuel, Saúl ordena el destierre de Israel a
todos los encantadores y adivino (1 Samuel 28:3).
Los filisteos junto con David venían atacar al campamento de Israel por lo que Saúl turbado,
con miedo (1 Samuel 28:5) y sin Samuel a su lado (que era quién lo aconsejaba y le
enseñaba la voluntad de Dios al rey) decide por su propia cuenta consultar al Señor, pero este no le
responde sueños, ni por Urim, ni por profetas (1 Samuel 28:6). Estas eran las tres vías
básicas por las que Dios revelaba su Palabra y su voluntad. Los sueños y las visiones eran la
forma común en la que el Señor revelaba su Palabra y su voluntad durante la época de
Moisés (Números 12:6). El Urim lo empleaba el sacerdote como un medio de consultar al
Señor (Números 27:21). Originalmente, se guardaba en el pectoral del juicio con el Tumim
y lo llevaba Aarón sobre su corazón cuando entraba en la presencia del Señor (vea la nota
sobre Éxodo 28:30). De algún modo que nosotros desconocemos, Dios revelaba su voluntad
mediante ello. Los profetas habían sido llamados videntes primero (1Samuel 9:9) y se
empleaban como una referencia para consultar al Señor. Dios también empleaba profetas
para anunciar su Palabra cuando las personas no estaban interesadas en ella (Amós 7:12-13).
Era de esperarse que Dios no le respondiera porque Saul había sido desechado por el Señor
y había elegido a David porque Saúl no mostró interés en obedecer al Señor (1 Samuel
15:23). Al verse Saúl desesperado por el silencio de Dios evidencia aún más su
desobediencia y pide a sus criados que lo lleven donde una adivina para el consultar a
Samuel (1 Samuel 28:7), a lo que Saúl se disfraza para que nadie conozca su identidad y va
donde la adivina (1 Samuel 28:8), la adivina al escuchar la petición del rey disfrazado (a
quién no reconocía) teme al pensar que eran espías y que iban a decirle al rey que se seguía
en esa practica y por ende ella perdería su vida a lo que Saúl con juramento de Dios dice que
no le pasará nada, y la adivina acede (1 Samuel 28:8-11).
Argumento escritural
Hay mucho más argumentos del que presentaré aquí, pero recogí los más necesarios e
importantes para demostrar que si era Samuel y no un espíritu maligno el que se apareció.
Las evidencias son:
1- La soberanía de Dios: Quise poner este argumento de primero para aclarar de que no
creo que la aparición de Samuel se deba a la fuerza de la adivina, sino a un acto soberano de
Dios, ya que la Biblia enseña que “Jehová mata, y él da vida; El hace descender al Seol, y
hace subir”(1 Samuel 2:6). Este texto es bastante claro y útil para este estudio, y nos lleva entender de que si Dios quiere hacer subir a alguien del Seol y utilizarlo para sus propósitos
soberanos, puede. La adivina por su impresión demostró que ese evento era algo que estaba
fuera de su alcance, y es lo que firmemente creo, creo que Dios mismo en un acto soberano
hizo subir a Samuel para confirmar el juicio a Saúl a través de la persona que comenzó su
ministerio, y la única a quién Saúl escuchaba y confiaba.
Usar a un muerto para comunicar un mensaje no era algo extraño para Dios ya que Dios usó
a Elías y Moisés con Cristo (ver Mateo 17:3-4).
2- La perspicuidad de las Escrituras: La Biblia se escribió en un lenguaje simple y llano,
para que cualquier lector pueda entenderlo, tiene un mensaje claro, por lo que este capítulo
va en consonancia con la claridad y transparencia en la Biblia. Y en dicho pasaje leemos:
“y viendo la mujer a Samuel” (v.12)
“Saúl entonces entendió que era Samuel” (v.14)
“Y Samuel dijo a Saúl” (v.15)
“Entonces Samuel dijo” (v.16)
“y tuvo gran temor por las palabras de Samuel” (v.20)
Note que en ninguno de los versículos donde se menciona a Samuel aparece con algún
calificativo como “el espíritu disfrazado de Samuel o Saúl fue engañado por la adivina, o el
espíritu de engaño” nada de eso existe ahí por lo que suponerlo es decir que el Espíritu
Santo y el escritor se equivocaron o se les olvidó poner esa advertencia para que futuros
lectores no cayeran en el error de pensar que era Samuel cuando en realidad era un demonio.
3- La reacción de la adivina: Un argumento bastante fuerte en favor de que fue Samuel es
la reacción de la adivina. No tiene sentido de que una persona que viva de la adivinación y
de consultar con los muertos se haya asustado de esa forma por ver algo que estaba
acostumbrada a ver. Además ella al ver a Samuel inmediatamente supo que el que estaba
cubierto pidiéndole la consulta era Saúl por su vínculo tan estrecho, si no era Samuel sino
un engaño o espíritu de engaño ¿por qué ella se asusta y como ella supo que era Saúl quién
estaba disfrazado a menos que el se haya aparecido sea Samuel?
Alguno argumentará que la adivina dijo: “He visto dioses que suben de la tierra”, por lo
tanto si dijo dioses y que suben de la tierra no puede ser Samuel porque Samuel no es un
dios ni tampoco estaba en el infierno. Argumentar eso es desconocer el lenguaje original del
texto. dioses, heb. Elohim, en este texto no quiere decir una aparición divina, sino
sobrenatural, una aparición no terrenal, sino espiritual. Por lo que se trata del espíritu de
Samuel.
Además el hecho de que aparezca dioses en minúscula y plural no es necesariamente
demonios ya que en Daniel le dicen 5 veces que el tiene el espíritu de los dioses santos (ver
Daniel 4:8-9, 18; 5:11, 14), cuando es bien sabido que quién moraba en Daniel era el
Espíritu del Dios santo que es la traducción más correcta, ya que ningún pagado defendía ni
aludía a la santidad de sus dioses en ese tiempo. Hay que entender que la adivina habla desde su perspectiva por así decirlo “teológica” ella interpreta lo que ve mediante lo que ella
conoce. El hecho de que diga de la tierra es por el concepto que se tenía de que los muertos
iban al Seol y el Seol era la parte más profunda de la tierra.
Otro dato, la Biblia llama dioses a los jueces (Salmo 82:6, léalo completo) y Samuel
también era un juez.
4- Samuel, su descripción y su diálogo: La descripción que la mujer hace de la aparición
llevó inmediatamente a entender a Saúl que era Samuel quién había aparecido y no un
engaño, porque tal cosa no aparece en el texto. Además las palabras de Samuel no fueron de
aliento sino de reprensión, por no haber escuchado a Dios, de tratarse de un espíritu
maligno, o un engaño ¿no se supone que debería alentarlo diciéndole que Dios está contento
con el y que le dará la victoria sobre los filisteos? ¿a caso no fue eso lo que hizo el espíritu
de mentira que estuvo en la boca de los profetas que le dijeron a Josafat que ganaría la
guerra en Ramot de Galaad (ver 1 Reyes 22)? Por el mensaje es obvio que fue Samuel quién
habló.
5- La profecía de Samuel: El único que conoce el futuro es Dios, y el lo revela a través de
los profetas, las palabras de Samuel a Saúl se vieron cumplidas tal cual el lo dijo en este
pasaje (busque 1 Samuel 31 ). No hay un pasaje en las escrituras que enseñen que el diablo
tiene conocimiento sobre el futuro, todo lo que se alegue en contra de esto es opinión
personal, pero nada bíblica.
Alguno argumentará que Saúl no fue muerto por los Filisteos sino que el mismo se mató,
por lo cual no se cumplió todo como se dijo; pero leyendo 2 Samuel 1:6-12 notamos que el
estaba vivo aún y que luego el amalecita terminó de matarlo, por lo que la profecía se
cumplió literalmente como se dijo, algo que el diablo o un espíritu inmundo nunca podría
adivinar a menos que no se tratase de Dios revelando lo que había de acontecer con Saúl.
Otro podría decir que las palabras de Samuel de mañana estarás conmigo no pueden ser
ciertas porque Saúl se perdió mientras que Samuel se salvó. Pero verdaderamente a lo que
Samuel está haciendo referencia no es al cielo, porque en ese tiempo los muerto iban al Seol
o ceno de Abraham (Lucas 16:19-31), sino que Saúl estaría muerto e iba al Seol donde
también estaba él.
Una última respuesta
Sé que con los argumentos presentados alguno dirá “es que Dios mismo prohíbe que se
consulte los muertos, entonces el mismo no puede ordenar algo contrario o usar un medio
que parece contradecir sus palabras”. A este argumento le respondemos fácilmente con que
Dios dice en uno de los mandamientos “no mentirás”, pero vemos que usa la mentira como
una forma de juicio ante lo que no creen en el Evangelio al final de los tiempos (2
Tesalonicenses 2:11-12). Dios bendijo a las parteras hebreas al mentirle a Faraón cuando el
puso un edicto de que no dejaran vivos a los que nazcan varón de los hebreos. Ellas les
mintieron a Faraón, y la Biblia dice que Dios les hizo bien y les prosperó sus familias (Éxodo 1:20-21) ¿no debería castigarlas porque mintieron? ¿Cómo Dios preservó a Israel a
través de una mentira cuando la mentira es pecado?
Hay muchos otros casos como el de no matarás y luego mandar a Israel a matar a pueblos
paganos completos, pero siento que para el que es entendido, y tiene disposición en
aprender, estos argumentos son suficientes, de no serlo, pide a Dios sabiduría y
entendimiento, y que quite todo prejuicio de la mente.
Fuentes para el estudio
1. Biblia de Estudio Macarthur
2. Biblia de estudio de la Reforma
3. Biblia de estudio Matthew Henry
4. Comentario al Texto hebreo del A.T - Keil &Delitzsch
5. Comentario bíblico histórico al A.T – Alfred Edersheim
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